Timpanometría, otoemisiones acústicas y potenciales evocados auditivos del tronco cerebral, son estudios recomendados
Timpanometría
En esta se coloca un dispositivo en el oído que cambia la presión del aire y hace que el tímpano se mueva de un lado a otro. Una máquina registra los resultados en un gráfico llamado timpanograma. La prueba mide las respuestas del oído al sonido y a las presiones atmosféricas.
Otoemisiones acústicas (OEA)
Es una prueba objetiva que mide la respuesta del oído interno del niño al sonido. Es una de las pruebas más usadas en recién nacidos y lactantes menores porque es poco invasiva. Se puede hacer con el bebé o el niño despierto, en recién nacidos e incluso en prematuros. Se compone de una sonda acústica que se introduce en el oído del niño y que contiene dos micrófonos y un altavoz. Se basa en un estímulo acústico que activa las características mecánicas de la cóclea, el principal órgano auditivo que se encarga de transmitir las señales nerviosas al cerebro. Al recibir el estímulo, la cóclea emite sonidos, ecos cocleares, donde se pueden registrar y grabar.
Potenciales Evocados Auditivos del Tronco Cerebral (PEATC)
Es una prueba que recopila los cambios en las ondas auditivas cerebrales frente a un sonido y estiman el grado de actividad del cerebro del niño. Para obtener los datos se le colocan unos electrodos en la frente y detrás de la oreja para recoger la señal que provoca la estimulación del sistema auditivo. Esta prueba generalmente se indica en lactantes mayores a 6 meses y un año de edad.