Quién va a ganar en mayo es la pregunta que con más frecuencia me hacen en estos días. Muchos dominicanos tienen una respuesta estructurada, pero la pregunta sirve para saber cómo piensan los demás y validar o contrarrestar la opinión propia.
En realidad, no es posible tener certeza de la respuesta, aunque a veces respondamos con convicción. Pero a partir de este mes de enero, las encuestas metodológicamente bien realizadas indicarán con mayor precisión el posible resultado el 20 de mayo próximo.
Siempre será una estimación porque eso hace la estadística, y siempre esta estimación estará sujeta a modificación si cambian los factores socio-económicos y políticos que inciden en la intención de voto. La política es una actividad humana, y por tanto, mutante.
La encuesta Penn, Schoen & Berland realizada entre el 12 y el 18 de enero muestra datos que permiten identificar las tendencias que se van perfilando en el electorado.
La candidatura del PLD se ha estructurado y la del PRD se erosiona. El candidato del PLD que en mayo de 2011 registró un apoyo electoral de sólo 39%, obtuvo ahora 46%, mientras el candidato del PRD que en mayo de 2011 registró 51% de intención de votos alcanzó sólo 44% este mes. Es decir, Hipólito Mejía bajó 7% y Danilo Medina subió 7%.
¿A qué se debe este cambio? Mejía y Medina son bien conocidos, o sea, no es el mayor conocimiento de los candidatos que da cuenta de estos números.
La razón principal, en mi opinión, es que el PLD compactó su boleta con el apoyo explícito de Leonel Fernández a Danilo Medina, lo que supone la unificación del voto peledeísta y el apoyo de un importante segmento balaguerista.
El PRD, por el contrario, sigue inmerso en una confrontación, a veces explícita y otras implícitas, entre Miguel Vargas, presidente del partido, e Hipólito Mejía, candidato.
Es decir, mientras el PLD se ha unificado en torno a su candidatura, el PRD continúa desunido y no logra consolidar y expandir el apoyo que deriva del descontento de un amplio segmento del electorado con el gobierno.
La diferencia de 46% a 44% no es estadísticamente significativa y eso es positivo para el PRD. Pero hay dos datos muy negativos para el PRD en la encuesta. El apoyo descendió 7% de mayo de 2011 a enero de 2012, y además, 52% de la población considera ahora que el PLD ganará las elecciones, mientras sólo 42% opina que ganará el PRD. Esto significa que en el electorado se va conformado la aceptación de un triunfo peledeísta, y la diferencia entre 52% y 42% está fuera del margen de error de la encuesta.
La selección de Margarita Cedeño como candidata vice-presidencial ha tenido mayor impacto positivo en tres grupos de votantes que en el pasado han sido cruciales para los triunfos del PLD: los jóvenes, las mujeres, y sobre todo, los reformistas.
De la población encuestada que dijo tener intención de votar por el PLD, 25% indicó que en su decisión influyó la selección de Cedeño como candidata vicepresidencial. Este porcentaje se eleva ligeramente a 28% entre los jóvenes y a 29% entre las mujeres, y a un significativo 50% entre los reformistas.
Es decir, de los reformistas que dijeron tener intención de votar por el PLD, 50% dijo que en su decisión influyó la inclusión de Cedeño en la boleta. Ella ha contribuido pues a compactar el voto balaguerista-leonelista a favor del PLD.
En este ajedrez político, el PRD no puede asumir que ganará simplemente por efecto del desgaste del gobierno.