Es una lucha muy desigual. No solo porque día tras días Danilo Medina se traga varias páginas de los periódicos en espacios pagados y programas de televisión que se mantienen las 24 horas pasando sus cuñas, sino porque hay una considerable cantidad de periodistas que son muy bien pagados con recursos del gobierno. Inclusive, hay medios que están abiertamente en contra del PRD y su candidato.

Eso hace la diferencia al destacar declaraciones de los candidatos, donde en uno prevalece la manipulación y en otro el encubrimiento.  

Y nos vamos a referir a dos casos recientes: el primero, fue la declaración de Hipólito Mejía de que no pagaría deudas dolosas. El ataque no se hizo esperar y los estrategas de Danilo ya tienen dos semanas bombardeando a los medios sobre el tema aunque tergiversando tangencialmente su mensaje.

Yo he defendido con firmeza esa posición de Mejía en varios de mis artículos, porque sería una bofetada a este país pagar esas deudas fraudulentas generadas para recaudar fondos que financian la campaña de Danilo Medina.   

Pero Hipólito lo hizo como una advertencia para frenar los préstamos del Banco de Reservas a contratistas de obras del gobierno mediante simples facturas emitidas (RD$24,000 millones), quienes aportan parte de ese dinero a la cuenta que financia al candidato oficial. Obras que no se concursan, no se registran como deuda en Hacienda y no tienen garantías suficientes, en violación a las normas bancarias. Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, sería el primero en denunciar esa vagabundería si fuera el candidato de la oposición.   

También se endeudan para comprar otros bienes y servicios con fines proselitistas, justificándolo como necesidades propias de ciertas instituciones que están metidas de lleno en la campaña del oficialismo. Hasta tela de banderas en cantidades industriales. Y esas compras a crédito, enturbiadas por jugosas comisiones, tampoco se hacen por concurso.

Sin registrar esas deudas ilegales, el déficit fiscal sobrepasa los 12,000 millones de pesos en los dos primeros meses del 2012. De eso nadie habla porque hay veda gubernamental para ciertas noticias.

Sin embargo, Danilo Medina dice cosas mucho más graves, que pasan totalmente desapercibidas en los medios. Por ejemplo, en un programa televisado la semana pasada dijo que los agricultores están quebrados por culpa de Hipólito Mejía ya que en su gestión se aprobó la Ley Monetaria y Financiera que restringe el crédito a los productores. Tiene casi ocho años en el poder y seis años controlando el Congreso y habla de una ley puesta en vigencia hace diez años, cuyos reglamentos fueron mayormente aprobados en la actual gestión de gobierno.

Inclusive, el FMI incluyó en el Stand By del 2008 la modificación de dicha ley para hacerla más restrictiva, adecuándola a las Normas de Basilea II, porque el riesgo es lo que rige actualmente el sistema regulatorio en casi todo el mundo después de la crisis financiera mundial. 

Ahora Danilo pretende modificarla dizque para flexibilizar los créditos, algo que fue la antesala de muchas quiebras bancarias en el pasado. Si Hipólito hubiera dicho una cosa como esa, lo hubieran culpado de fomentar otra crisis financiera y las agencias de riesgo lo crucificarían. Pero lo dijo Danilo y todo quedó calladito. 

Finalmente, los agricultores se han financiado tradicionalmente por vía del Banco Agrícola y no por la banca comercial. Además, ese no es principal problemas de la agricultura dominicana ya que la mayoría de los productores están endeudados hasta la tambora por las importaciones masivas de alimentos que lo han llevado a la quiebra. Eso a su vez ha quebrado al Bagrícola.