El endoso de la candidatura de Hipólito Mejía por parte de Hatuey De Camps es un acontecimiento de especial importancia, esperado por los seguidores del candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano para las próximas elecciones del 20 de mayo.

El paso dado por ambos líderes es más relevante si se toma en cuenta el disgusto de Hatuey cuando Hipólito decidió presentarse como candidato presidencial en busca de la reelección, en el 2004.

Hatuey sabe que Hipólito no intentará la reelección y que, por esa y otras razones morales, políticas e históricas, está obligado a realizar el mejor gobierno que sea posible.

Hipólito Mejía tiene la obligación de ser un gobernante que vaya más allá en la solución de los problemas nacionales.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para jugar con paños tibios ni con blandenguerías, en la búsqueda y ejecución de soluciones contra los males ancestrales.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para dejar para después la lucha profunda, decidida, clara, transparente, legal, constitucional y humana contra la corrupción que daña todos los estratos de la sociedad.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para hacerse de la vista gorda ante tanto problema que tiene el país.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para dejar para mañana el enfrentamiento de las carencias que hay en el área de la educación, sector al cual debe aplicar la solución múltiple que ha propuesto, que va mucho más de un aula decente, un maestro capaz, pupitres, cuadernos, lápices, libros, computadoras. También hay que educar a los niños en buenos hábitos alimenticios, de higiene, de estudios, de respeto, de práctica de los principios morales.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para soslayar el combate a la criminalidad y restaurar la seguridad ciudadana, tarea en la cual todos estamos obligados a colaborar, porque la paz se construye con la voluntad de todos los ciudadanos dirigidos de manera correcta por la autoridad.

Hipólito no tiene tiempo de sobra para postergar la revolución agropecuaria que eduque al hombre del campo en el uso de las tecnologías de punta, que facilite créditos supervisados, produzca para el auto-abastecimiento, la exportación y la industrialización.

Hipólito está obligado a producir una revolución en el aumento acelerado de la cubierta boscosa del país y en la explotación de los árboles maderables de manera que se vuelva al tiempo en que exportábamos maderas.

En especial, Hipólito está obligado, como el último representante de su generación, a producir la regeneración moral del país.

Hatuey una de las personalidades más carismáticas después de la muerte de Trujillo, suma a la candidatura de Hipólito Mejía, junto a miles de dominicanos, la fuerza y el compromiso de crear un mejor país, pero para todos.