Hipólito Mejía ante el Régimen Contributivo Subsidiado de la SS

Hipólito Mejía ante el Régimen Contributivo Subsidiado de la SS

Al gobierno que surja de las elecciones del próximo 20 de mayo, que todo indica será presidido por Hipólito Mejía, le tocará impulsar sin dilación alguna el régimen contributivo subsidiado de la Seguridad Social, para así romper la exclusión y la inequidad de que son víctimas la mayor parte de los trabajadores del país y poder profundizar la lucha contra la pobreza.

La Ley 87-01 es uno de los instrumentos de política social más idóneo para mejorar la calidad de vida de la población dominicana, pero los pasos dados hasta ahora se han concentrado en ir incorporando a los trabajadores formales que califican para el régimen contributivo, que es autofinanciable  y a una parte de los englobados en el régimen subsidiado, que incluye a indigentes y desempleados, entre otros, y que es responsabilidad exclusiva del Estado dominicano.

Así las cosas, el Talón de Aquiles de la Seguridad Social se encuentra hoy día en el régimen contributivo subsidiado, dirigido a los profesionales y técnicos que trabajan en forma independiente, los trabajadores por cuenta propia, etc., así como a sus familiares, de acuerdo con el artículo 126 de la ley.

Ocurre sin embargo, que según datos del Banco Central, el 56% de la fuerza laboral del país lo hace en actividades informales, por lo que resulta pertinente establecer mecanismos adecuados para que, por ejemplo, abogados, ingenieros, maestros constructores, plomeros, ebanistas, electricistas, mecánicos, choferes de carros públicos, camioneros, colmaderos, agricultores y, en fin, todos aquellos con ingresos iguales o superiores al salario mínimo, sean incluidos en el Seguro Familiar de Salud, planes de pensiones y otros beneficios.

Por ello, la realidad de los trabajadores informales y por cuenta propia no puede continuar siendo ignorada, dado el carácter universal, obligatorio, integral, equitativo y solidario que está supuesto a ser el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS). La fuerza laboral nuestra sobrepasa los cuatro  millones de trabajadores, por lo que más del 50 por ciento de ellos,  dada la creciente precarización del empleo, caen en la categoría del sistema contributivo subsidiado.

Hipólito Mejía, de ganar las elecciones, se ha comprometido a corregir esta situación y dado que es el padre de esta revolucionaria y moderna legislación, estamos seguros de que cumplirá su promesa de incorporar al SDSS a esta gran masa laboral, sin importar los sacrificios económicos que deba hacer el Estado. Pero no cabe dudas de que sería un paso trascendental en la dirección de colocar “primero la gente” en el centro de las políticas públicas. La lucha para mejorar la inversión en salud en algún momento podría igualarse al reclamo que hoy se libra por el 4% del PIB a la educación.

La buena salud aumenta los años de vida útil del trabajador, mejora la calidad del capital humano y es una de las condiciones para alcanzar el desarrollo sostenible del país. Darle plenitud  al mandato de la ley respecto del régimen contributivo subsidiado es también generar igualdad de oportunidades al sector mayoritario de los trabajadores dominicanos y a sus familias, al tiempo que sería un gran paso de avance en la agenda del desarrollo nacional.

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