Es probable que el fallecido a destiempo José Francisco Peña Gómez sea el líder político de masas con más carisma de República Dominicana y uno de los hombres más admirados en todo el continente, símbolo de libertad e independencia, icono de los valores democráticos y de los principios éticos sobre los que se sustentan, modelo de una forma de entender la política desde la grandeza y el servicio público.

Personajes como él, con el que tuve la oportunidad y el honor de concurrir como candidato a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales de 1990, hicieron posible un mundo mejor, más justo, más igualitario, más sostenible, un político que, como solía decir, se mantuvo “firme y recto como una barra de acero: ni me doblo ni me doblan”.

Hoy recojo el premio que la revista Cambio16, igualmente emblema democrático, espejo de libertades e imagen de todos aquellos valores por los que luchó Peña Gómez, ha otorgado al Instituto de Formación Política José Francisco Peña Gómez, que yo mismo fundé e impulsé en 2005, poco después de dejar la presidencia de República Dominicana, que ejercí en la legislatura 2000-2004 tras obtener la confianza mayoritaria del pueblo en las urnas.

Un foro global  que nació con el objetivo de fomentar los valores democráticos en el seno de la sociedad dominicana, a través del debate y la difusión de ideas políticas, la formación y capacitación de recursos humanos y la realización de investigaciones sobre temas de interés histórico y social y, sobre todo, para honrar la memoria del político que será siempre el referente histórico del Partido Revolucionario Dominicano.

Lo cierto es que tanto Peña Gómez como yo mismo siempre entendimos el poder como una herramienta para la transformación de las estructuras sociales, el motor del cambio capaz de impulsar el estado del bienestar desde el compromiso ético con el pueblo y en defensa de los derechos fundamentales del ciudadano.

Miles y miles de dominicanos se han beneficiado hasta hoy de las actividades y programas de estudios y capacitación del Instituto de Formación Política José Francisco Peña Gómez, que ha contribuido de esta manera al desarrollo del país, al progreso material y moral del pueblo desde la pluralidad, apostando por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad del conocimiento, coadyuvando a la consolidación y ampliación de la democracia, la igualdad y la justicia social. Yo mismo, como presidente constitucional del país, asumí como propios estos principios y los incluí en mi programa de gobierno.

Así, desde un posicionamiento socialdemócrata, puse en práctica lo que mi amigo Manuel Domínguez Moreno, que honra en nombre de Cambio16 el instituto que presido con esta distinción, denomina ideología de la conciencia social o, lo  que es lo mismo, asumir que todos los ciudadanos son iguales y que los gobiernos deben promover la redistribución social de la riqueza generando oportunidades para los jóvenes a través de la educación, la transparencia en la administración y en la gestión de los fondos públicos, el fortalecimiento de los sectores productivos nacionales a través de la innovación tecnológica y de la protección del Medio Ambiente.

No lo tuve fácil durante mi mandato, con la peor crisis bancaria de todos la historia de Latinoamérica, que estuvo a punto de provocar la quiebra del país. Las medidas que adopté entonces me costaron críticas de muchos sectores, pero se evidenciaron como las más idóneas para luchar contra la crisis y hoy constituyen el libro de cabecera de todos los líderes mundiales, la receta más eficaz contra la recesión económica.

Se trata de impulsar desde el poder un programa de Gobierno centrado en la reducción de la pobreza, el mejoramiento de la enseñanza pública, la descentralización del presupuesto, la reactivación de los sectores económicos y la modernización de la infraestructura productiva y de servicios públicos de la nación. Sólo desde la responsabilidad política y el compromiso ético es posible soñar con un mundo mejor. La sociedad reclama la vuelta de la política y la ideología frente a tanta especulación, tanta codicia y tanto abuso de poder.

Hoy un rumor puede más que la conciencia y la dignidad del pueblo. Volvamos pues a los principios, que no son otros que los que distinguieron al doctor Peña Gómez y los mismos que soportan la línea editorial de medios de comunicación como Cambio16, a cuyo Consejo Editor agradezco sinceramente este premio en nombre de todos los que trabajamos por el futuro desde el Instituto de Formación Política José Francisco Peña Gómez y desde lo mas profundo de las bases que han sustentado siempre al Partido Revolucionario Dominicano.