El expresidente Hipólito Mejía afirmó ayer que aunque a su llegada al poder habían “muchísimas” razones para perseguir judicialmente a su antecesor Leonel Fernández y a varios de sus funcionarios, no lo hizo por su “convicción personal” de que perseguir a presidentes desestabiliza a los países.

Asimismo dijo que tampoco es partidario de la persecución a los guardias.

Indicó que no quiso aplicar en República Dominicana la fórmula que se usó en Colombia, Perú y en Centroamérica, y en otros países, porque ese es un problema mortal.

“Y así se lo dije a los americanos, que eso iba a traer muchos problemas y que yo no iba a aplicar esa fórmula aquí”, enfatizó.

Mejía respondió así a la pregunta de si creía que con la nueva Procuraduría independiente en el país se podría repetir con algún otro expresidente lo que ocurrió con Salvador Jorge Blanco, que fue condenado por supuesta corrupción.

“Yo respeté a a todos mis presidentes aunque fueran mis contrarios, incluyendo a Leonelito; ahí estaba Diandino (Peña), el otro, Félix (Bautista) y muchísimos, y yo dije, no, no, no me metan retaliación que yo no voy a retaliar con los presidentes”.

Mejía favorece que de ese privilegio de no persecución, gocen además “gente que tiene posiciones importantes, como los guardias”.

Punta Catalina

Dijo que la Central Termoeléctrica es un “elefante blanco” cuyas pruebas de corrupción no desaparecen con su transferencia por fideicomiso, con el cual dijo estar de acuerdo.

“Hay Dios mío, yo no quisiera analizar eso porque yo no tengo los números, a la justicia que analice, pero ese fue y no deja de ser un elefante blanco”, sostuvo Mejía al ser entrevistado previo a la misa con motivo del décimo aniversario del TSE.