El doctor José Francisco Peña Gómez luchaba por una educación liberadora, que sin olvidar la utilidad como mecanismo de movilidad social, cultivara la conciencia crítica de los hombres y mujeres frente a la realidad social del país. Que colocara el valor de la solidaridad y la lucha por la justicia, expresó el expresidente de la República Hipólito Mejía.
Mejía, uno de los mejores amigos del extinto líder de la Internacional Socialista, junto a los catedráticos de Ciencias de la Educación Clara Joa, Augusto Bravo y Francisco Cruz Pascual analizaron el pensamiento sobre la Educación y la Democracia del doctor José Francisco Peña Gómez, al cumplir el 26 aniversario de su fallecimiento, en un Panel celebrado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.
“En un mundo en que la educación ha pasado a ser un bien más en el mercado, es imperativo rescatar el sentido político, humanista y liberador con el que Pena Gómez la concebía” expresó Hipólito Mejía.
“Para él (Peña Gómez) la educación era mucha más que obtener un título y ejercer una profesión con mayor o menor éxito, por lo que siempre abogaba por una educación que, sin olvidar la utilidad como mecanismo de movilidad social, cultivara la conciencia crítica de los hombres y mujeres frente a la realidad social del país. Una educación que pusiera en alto el valor de la solidaridad y la lucha por la justicia. “Una educación liberadora” manifestó el exmandatario Mejía.
Expresó que, por esa razón, el Instituto de Formación Política Dr. José Francisco Penna Gómez, que él preside, se esfuerza cada día en ser fiel a estas ideas de quien fue, es y seguirá siendo el más valioso y alto referente de compromiso con el país, pero primero, sobre todo, con la gente y su futuro.
Según Clara Joa, ex vicedecana de Educación de la UASD, el doctor Peña Gómez utilizó el buen manejo de su potente voz y sus excelentes cualidades de orador como su mejores recursos para transmitir sus ideas sobre la educación a miles de personas que lo escuchaban y lo comprendían, además de que su discurso no se quedaba en la palabra solo, sino que siempre fue ejemplo de integridad con sus hechos.
Como diseñador de la política del partido incluyó todas las modalidades de la enseñanza como: la formal, informal, técnica, inicial y hasta con la otorgación de becas para beneficiar a miles de personas. Logró que el individuo tomara conciencia de sí mismo, de su condición humana, le enseñó a reclamar derechos y profundizar deberes.
“Concretamente en su política de Primero la Gente, podemos decir que construyó de manera decisiva la verdadera democracia representativa. El ejemplifica su enseñanza en el accionar político en los distintos escenarios donde participaba. Podemos decir que el mayor acto educativo que como líder de masas fue logró despertar las conciencias de millones de personas que le seguían”, expresó Joa.
“Desde su niñez, con su autoeducación, su labor de alfabetización y profesor en San Cristóbal hasta terminar con su mensaje humano, divino “yo los perdono” donde demuestra la capacidad de enseñar el amor por los demás, sin importar los daños que le hayan querido proferir”, dijo.
Francisco Cruz Pascual, ex vicerrector de la Universidad Católica Santo Domingo, UCSA, dijo que con su trayectoria y su influencia a Peña Gómez se le puede considerar como prócer, un modelo a seguir por la juventud de estos tiempos.
“Como líder progresista, Peña Gómez vio la educación como un instrumento fundamental para el desarrollo de los pueblos. Proyectó que la educación debe ser prioridad para los gobiernos. Consideraba el conocimiento como una herramienta de cambio personal y social”, acotó Pascual.
Resaltó que Peña veía la educación como el camino cierto para el despertar de las conciencias y la ubicación social donde estaa o debe estar cada ciudadano y
Es importante resaltar que percibió la educación como una expresión de la lucha de clases en la que unos sectores perseguían que el ciudadano aceptara, se adaptara la situación que les convenía a esos grupos y no como debe ser, que les permita ver el contexto del mundo que le rodea y la utilicen para su transformación y cambio, es decir, ver críticamente la situación en que viven. Decía “la educación es el bien más preciado de un ser humano”
Resaltó que Pena Gómez concebía la educación como un eje transversal en todo lo que realiza el ser humano, por eso creía en la capacitación política, chocando con sectores de poder, los cuales no aceptan que los humildes se capaciten, veía la educación como un proceso que involucraba en el crecimiento cualitativo de los maestros y los alumnos, así como la convivencia integral de todos para fortalecer el sistema en calidad y cantidad.
Por su parte, el doctor Augusto Bravo, es decano de Humanidades de la UASD DIJO: “La labor educativa de José Francisco Peña Gómez inicia con la alfabetización que es la más sublime acción de un educador, la otra fue ser maestro de escuela y rural. Es un ejemplo de superación gracias a su educación y creyó en los maestros, como Hugo Tolentino Dipp, Ivelisse Pratts de Pérez y Tirso Mejia Ricart, entre otras, que fueron pilares en la política educativa de Peña Gómez, demostrando que creía en el profesor.
Detalló como grandes momentos educativos del líder Peña Gómez: Su orientación al pueblo de lo que estaba pasando para que este tomara acción por sus derechos, como fue en 1965; en 1984, cuando la conspiración de sectores conservadores propusieron darle un golpe de Estado al presidente Salvador Jorge Blanco, llamó a la calma al pueblo para que el gobierno tomara las medidas de seguridad necesarias y, en 1994, cuando practicaron un fraude colosal para que no fuera presidente, prefirió negociar en lugar de llamar a la protesta popular, lo que le permitió afianzar la democracia con los reclamos para la negociación, en los que no incluyó ser presidente.
Aseguró que en tribuna Democrática, Peña educaba sobre la historia, sobre el pensamiento político, sus relaciones internacionales y los valores de la democracia. Enseñó el valor de la conciliación cuando logró unir la izquierda, la derecha y centro izquierda.
Instó a mantener el pensamiento inagotable de Peña Gómez a quien calificó como el forjador de la Democracia post Trujillo y fundador de la pedagogía democrática en nuestro país, porque enseñó a defender los valores pilares del desarrollo, junto con la gran cantidad de bibliotecas que instaló en los barrios siendo sindico de la capital.