Hipólito Mejía, quien se define como el «papá» de los dominicanos, busca volver a la presidencia

<STRONG>Hipólito Mejía, quien se define como el «papá» de los dominicanos, busca volver a la presidencia</STRONG>

SANTO DOMINGO, (AFP) – El dicharachero Hipólito Mejía, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdemócrata), busca volver a la presidencia que ya ocupó entre 2000 y 2004, para ser el «papá» de todos los dominicanos, a quienes promete igualdad social y mejoras agrícolas.

Mejía, de 71 años, es un ingeniero agrónomo de hablar coloquial, que siempre ha centrado sus propuestas –tanto durante su periodo presidencial como ahora de candidato– en la mejora del sector agrícola y la asistencia a los más pobres.

«Digo las cosas muy directas, digo las cosas como son», se lee en el perfil oficial de Facebook de este empresario y político que ha recorrido toda Dominicana con el lema de campaña «Llegó papá», deplorando «el alto costo de la vida» y prometiendo «un verdadero cambio».

En sus primeros años como profesional, Mejía trabajó en el Instituto Nacional del Tabaco, del que se convirtió en director con tan sólo 25 años.

Además, antes de incorporarse al PRD en 1973, fue presidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas. Su carrera política lo llevó inicialmente a la cabeza del ministerio de Agricultura y a la vicepresidencia de su partido.

En 1990 se lanzó a la vicepresidencia del país junto al candidato presidencial José Peña –que obtuvo un tercer lugar– y en 2000 logró finalmente conquistar el poder en unas elecciones en las que también se midió con Danilo Medina, actual candidato oficialista. Ya en el gobierno, Mejía prometió, como ahora, reducir la brecha entre ricos y pobres y dedicar gran parte del presupuesto a la inversión social.

Sin embargo, el difícil panorama económico internacional y la quiebra de tres importantes bancos locales en 2003 generaron una fuerte crisis, que deterioró los indicadores económicos e hizo crecer la pobreza.

En medio de protestas y huelgas, se lanzó a la reelección –cuando ésta aún era permitida por la Constitución–, y perdió las elecciones de 2004 ante el actual mandatario Leonel Fernández (del Partido de la Liberación Dominicana, PLD).

Con su estilo popular, Mejía ha atacado constantemente al gobierno de Fernández, al que acusa de haber permitido casos de corrupción, a la vez que promete acabar con la delincuencia –común y de cuello blanco– de llegar a la presidencia.

«Hipólito Mejía proyecta una imagen muy patriarcal y por eso la gente lo ve incluso como un salvador con el que, además, pueden identificarse por su lenguaje llano y coloquial», dice a la AFP la antropóloga social Tahíra Vargas.

Así, esta profesional que ha sido investigadora para la ONU y varias universidades dominicanas, explica que la frase «Llegó papá» fue acuñada hace unos tres o cuatro años por el campesinado, que añoraba el gobierno de Mejía por su especial dedicación a la agricultura.

Casado desde 1964 con Rosa Gómez, una mujer dedicada desde muy joven al voluntariado social y religioso, Mejía tiene cuatro hijos y doce nietos.

«Mi familia es mi orgullo», dice el candidato. Su mujer asegura que sus hijos y nietos están muy unidos y que los sábados se sientan todos a la mesa para, «además del alimento, compartir anécdotas y ponernos al día de algunos detalles y eventos de la familia».

De llegar nuevamente a la presidencia, Mejía –que tras dejar el cargo en 2004 se autocalificó de «gobernante atípico»– quiere aumentar la productividad agrícola, creando empleos sobre todo en este área y en la turística, además de brindar opciones educativas, de vivienda y salud a los más pobres.

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