Hipólito Mejía y los del PPH

Hipólito Mejía y los del PPH

JESUS DE LA ROSA
Cuanto más pienso en el descalabro del Partido Revolucionario Dominicano, cuanto más profundizo en ese hecho, tanto más claramente advierto que los errores y las travesuras de los del PPH son una cadena de imponderables, casi podría decirse, de casualidades. Pero, para reconocerlos y para oponerse al devenir incontenible de tantas acciones incorrectas en el ejercicio del poder público hacen falta condiciones humanas que las cabezas visibles del PPH no poseen.

¡Debemos condenar a eso dirigentes pepeachitas sólo porque no tuvieron la suerte de estar dotados de esas cualidades? ¡Bienaventurados los pobres de espíritu! acaso no son ésas, las palabras de la Biblia.

Aún admitiendo que el expresidente Hipólito Mejía era el amo absoluto del PPH, debemos de convenir que él no es el único culpable de la división y de la consecuente derrota del PRD en las elecciones pasadas. Los incontables errores que se cometieron en el manejo de la economía, las innumerables acciones que perjudicaron el patrimonio público no pudieron haber sido el producto de un solo cerebro y mucho menos del meollo de Hipólito Mejía.

El ex presidente Hipólito Mejía propuso las líneas generales de su gobierno y del PPH ¡concedido! Dijo: Aquí celebraremos contra viento y marea los Juegos Panamericanos más costosos y maravillosos de la historia; tomaremos prestado todos los dólares que necesitemos; seguiremos colocando bonos soberanos en los mercados de valores; continuaremos otorgándoles facilidades a las entidades financieras con problemas en su encaje legal; y nos quedaremos en el poder más allá de agosto del 2004. Pero, los detalles de todo esos despropósitos los elaboraron y los llevaron a la práctica sus subalternos! Muchas veces sin que Hipólito Mejía lo supiera. Y esto no lo escribimos para disculpar al ex mandatario.

Salvador Jorge Blanco, Milagros Ortiz Bosch, Rafael Suberví Bonilla, Vicente Sánchez Baret, Pedro Franco Badía, Angel Miolán, Tony Raful, Hernani Salazar, Eligio Jaques, Peggy Cabral, y otros connotados pepeachitas, por tratarse de intelectuales y no de granjeros, tienen más culpa que Hipólito Mejía de la división y del triste papel desempeñado por esa organización política en los comicios de mayo del año pasado.

Ellos emborracharon de poder al ex mandatario, ellos le endiosaron. Ellos le celebraron sus gracias y le nutrieron sus temores. Pero, en vez de asumir su culpa con plena conciencia esas personas cierran los ojos ante sí mismos y se presentan como ciegos a sabiendas que no pueden ser disculpados, ni siquiera con una cita bíblica.

El amigo Tony Raful se refirió, en su artículo «La honrosa mediación de Peggy y nosotros «publicado en el periódico «Listín Diario» en su edición correspondiente al 4 de enero en curso, a una llamada comisión de mediación creada por los del PPH a mediado del año pasado dizque con la finalidad de «garantizar la unidad interna del partido y superar las diferencias que afloraron en su seno».

La comisión a la cual alude en su artículo el vate Rafúl nunca actuó como tal. Ellos, los de la comisión, en vez de interponerse entre el PRD liderado por Hatuey Decamps y el PPH con el fin de conciliarlos, decidieron apoyar las pretensiones reeleccionistas de su patrón, el ex presidente Hipólito Mejía. Ahora, alegan no ser reeleccionistas. Si no eran reeleccionistas, ¡qué eran? ¿Qué les obligaba a luchar a brazo partido por la permanencia de Hipólito Mejía en el poder más  allá del 16 de agosto del 2004?.

Poeta, es muy difícil resarcir los daños que ustedes le infligieron a la organización. En las elecciones pasada, el PRD no sólo alcanzó una votación baja; también, fue derrotado en todas las provincias y en todos los municipios del país, con la excepción de dos pequeños municipios de la región fronteriza, en donde ahora se tiene la sospecha que en el triunfo del Partido Blanco en esos dos únicos sitios intervino la mano negra del narcotráfico.

Después que la Comisión de Modernización del PPH a regañadientes hizo públicos los resultados de la consulta a la base de ese grupo, una de sus eminencias grises, volví a la carga, volvió a lo suyo, a la manipulación de estadistas de  mercados de votantes, hablaremos de ellos en una próxima entrega.

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