A todos los seres humanos Dios les da distintas capacidades, cualidades y habilidades que deben poner de manifiesto en su día a día, reflejándolo en una vida con vocación de servicio, de constante renovación y superación de sus dones, para así cumplir con su misión en la tierra, procurando siempre la excelencia en lo que se hace.
El diseñador de modas dominicano Hipólito Peña, es una de esas personas que ha sabido ir tras su sueño, procurando siempre no quedarse a mitad del camino, ni hacer las cosas a medias, sino luchando por alcanzar sus metas en grande, con la mente abierta a todo un mundo de posibilidades fuera de esta hermosa media isla, sin amilanarse ante nada.
Sin prisa, pero sin pausas, este hombre, orgullo nuestro, inició su caminar por el sendero de la moda hace tres décadas y desde entonces no ha parado de crecer, teniendo siempre una visión global de sus objetivos. El se siente predestinado a la realidad que vive hoy día, pero lo cierto es que con el trabajo constante y tenaz de todos estos años, él mismo ha conquistado su destino.
Cuando se habla de alta costura en República Dominicana, necesariamente se debe mencionar el nombre de Hipólito Peña, un hombre que ha enaltecido la moda de este país a niveles internacionales que muy pocos nativos de esta tierra han podido llegar.
Hasta ahora, su punto fuerte ha sido el exigente diseño de alta costura masculina, sabiendo conjugar la propuesta más ecléctica en la moda internacional de los últimos tiempos.
Además de sus trajes formales y de etiqueta, el diseñador ha dado un nuevo estatus a la Guayabera o Chacabana, una expresión tropical de la moda, fresca, cómoda y elegante que con habilidad creativa, ha logrado colocar como símbolo de vestimenta casual-clasica que identifique nuestro clima tropical.
Como una consecuencia natural de su talento, Hipólito Peña ha obtenido múltiples premios y reconocimientos por su trabajo. En el mes de marzo pasado, resultó ganador de siete renglones de los nueve que fueron evaluados durante la 94va. Convención de la Asociación Internacional de Diseñadores y Ejecutivos de la Ropa, IACDE, en la que participaron cerca de doscientos diseñadores internacionales.
No obstante, él ha ido caminando a la par junto su esposa, a Gloria Abreu de Peña y a sus dos, hijos Hipólito y Carolina, porque sabe la verdadera importancia de la familia, de los amigos, y ha descubierto la belleza de las cosas simples y de la sencillez de la vida misma.
[b]Perfil[/b]
Hipólito Peña, hijo de José Antonio Peña Díaz y de Adelina Rodríguez de Peña, ambos fallecidos, nació en Santiago Rodríguez, siendo el mayor de diez hermanos. Con tan sólo un mes de nacido, sus padres se trasladaron a Santo Domingo, donde educaron a los hijos del matrimonio.
Su vocación por la costura nació a la edad de siete años cuando asistió a una escuela vocacional en Santiago, donde estudió sastrería. Sin embargo, al crecer sintió que su vocación era la Medicina y decidió estudiar esta profesión, llegando a cursar varios semestres. Cada persona nace con su destino marcado. Yo pude haber sido un excelente médico, pero el destino me tenía otro camino, evoca de forma nostálgica.
En aquella época, existía una sastrería llamada La Casa Dore, propiedad de un comerciante de Saint Kitt, una isla inglesa del Caribe. Tuve el honor de trabajar con él y poner en práctica los conocimientos que había adquirido en la escuela vocacional. Es después de un tiempo que decido dedicarme por completo a la sastrería y fundo el atelier Epoca Pret at Porter hace 25 años, ubicado en el centro comercial Caromán II, para luego trasladarme a la avenida Tiradentes, donde tengo alrededor de 18 años, comenta.
El negocio fue creciendo de la mano de su propietario hasta llegar a convertirse hoy día en uno de los diseñadores dominicanos que más ha trascendido internacionalmente.
A la profesora Hilda Kelly le agradezco eternamente, porque ella fue quien descubrió en mí condiciones para lanzarme como diseñador de alta costura. Los demás estudios que he hecho han sido en Europa, tanto en Italia como en Francia. La profesión del diseñador es bien compleja, todo depende del área que se elija para desarrollar. Mi pasión siempre ha sido la alta costura masculina, aunque puedo trabajar también con la moda femenina, confiesa el modisto.
El amor, la madurez y la tolerancia es muy importante en el matrimonio
Casado desde hace 19 años con Gloria Abreu, doctora especializada en Medicina Nuclear, Hipólito Peña cuenta con un hermoso y unido núcleo familiar.
Llena de orgullo, la doctora Abreu de Peña nos cuenta que fue la primera en llevar los adelantos de la Medicina Nuclear a Santiago y a toda la región del Cibao. Actualmente trabaja en el Centro de Investigación, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT) desde su apertura en 1999. Cuenta que allí tuvo la oportunidad de crear el departamento especializado en Medicina Nuclear y actualmente funge como Jefa del Servicio y además como Coordinadora de las Residencias de Medicina Nuclear, con el aval de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, PUCMM.
Con una pícara sonrisa, nos cuenta que conoció a Don Hipólito Peña cuando un compañero de estudios los presentó, pero que después de esa noche no se volvieron a ver hasta un año después. Apenas habían intercambiado impresiones acerca de su estadía en México, pues ella acababa de regresar de hacer su especialidad en aquel país y en cambio él, se marcharía para allá en pocos días.
Justo un año había transcurrido cuando, de manera casual, sin saber quién era el dueño del establecimiento, la joven doctora llegó a una tienda para encargar un atuendo. Para su sorpresa, se produjo un agradable reencuentro con aquel joven que había conocido de manera tan fortuita. La empatía entre ambos surgió espontáneamente y la invitación a cenar esa misma noche no se hizo esperar. El flechazo fue tan fuerte, que la joven pareja se hizo inseparable, y a tan sólo dos meses de noviazgo, decidieron contraer nupcias.
Así, Hipólito Peña y Gloria Abreu de Peña unieron sus vidas ante Dios el 21 de abril de 1985. Hipólito es un hombre que cuando quiere algo, trabaja para conseguirlo. Acabamos de cumplir 19 años de casados y creo que el éxito de nuestro matrimonio es que llegamos a el con una madurez definida, teníamos nuestras carreras, hubo una atracción y una afinidad increíble, asegura doña Gloria.
Fruto del amor que se profesan, nacieron Hipólito y Carolina, de 18 y 16 años respectivamente, quienes también tienen dos hermanos mayores por parte de su padre, que residen en los Estados Unidos. Oneil, de 25 años, quien estudió Hotelería, y Claritza, de 23 años, que cursa estudios de Psicología.
Hipólito Peña Junior terminó el bachillerato y planea ingresar a la universidad a estudiar Ingeniería Industrial para responsabilizarce de la fábrica textil de la familia, que funciona bajo el régimen de Zona Francia Industrial en La Armería, San Cristóbal.
Carolina, en cambio, al terminar el bachillerato viajará a los Estados Unidos para cursar sus estudios de Diseño de Modas en una de las más prestigiosas escuelas en su género: Parsons School.
La familia ocupa un lugar prioritario en la vida de Hipólito Peña. Con el rostro sereno y en tono suave nos dice: Dios me ha dado la satisfacción de una gran esposa. Tenemos valores cristianos, y creo que la educación y los valores son la clave para educar bien a nuestros hijos hoy en día. Hemos concebido dos hijos maravillosos. Carolina se parece mucho a su madre, pero Hipólito Junior es mi fotocopia, comenta risueño y prosigue- Mi relación con mi esposa es excepcional porque nos casamos con una madurez bien formada. Eramos unos jóvenes que sabíamos lo que queríamos y creo que todo lo que comienza bien termina bien.
En el hogar de la familia Peña Abreu las mascotas tienen un lugar especial. Dos juguetones gatos y Charlie, un perro raza Pastor Alemán que ha sido varias veces campeón en competencias caninas, son los más consentidos.
Si volviera a nacer, volvería a ser Hipólito Peña de nuevo
A grandes luces, se ve que Hipólito Peña es un buen hombre. Son muchas las virtudes que le adornan como ser humano, las mismas que tal vez anhela encontrar en sus semejantes. Las cualidades que más aprecia en una persona son la sinceridad y la honestidad. Le hace feliz la alegría y la sonrisa de un niño, seres a los que considera particularmente especiales. Cree que cada hombre tiene un niño dentro y confiesa que es muy susceptible a la tristeza o a la alegría, por lo que ambas expresiones le pueden arrancar las lágrimas con facilidad. En el cine, por ejemplo, lloro fácilmente. Mis hijos sacan el pañuelo y me lo dan porque saben lo que viene.
En estos momentos de su vida, Hipólito Peña reconoce en su entorno y en su interior un estado de realización y satisfacción que le hacen sentir feliz.
Soy muy feliz y realizado, aunque con muchas metas por lograr
Tengo que dar tantas gracias a Dios, porque me lo ha dado todo. La gente hoy día le pide muchas cosas, pero para ser feliz no se necesitan tantas. En este mundo tan globalizado, si Dios le da a uno salud, paz y el privilegio de la sabiduría para vivir, no hacen falta muchas cosas más, asegura este extraordinario ser humano con el pleno convencimiento de que las cosas materiales no son el eje en torno al cual debe girar la vida.
Hurgando un poco más profundo en su interior, nos atrevemos a preguntarle ¿A qué le teme?, a lo que el responde enseguida Temo que Dios me falte, y como yo estoy con El, creo que no me faltará nunca.
Asegura que a los seres humanos les suceden muchas cosas satisfactorias y negativas, pero que afortunadamente, él es una persona que no guarda rencor en su corazón, por lo que no tiene nada de qué arrepentirse.
Conforme y agradecido de los dones y la vida que le ha dado el Creador, afirma convencido que si volviera a nacer, le gustaría ser Hipólito Peña de nuevo.
Asegura que Dios ocupa el primer lugar en su vida, Creo que la fe es lo que me mantiene activo. El es mi líder.
La cultura va de la mano con la alta costura
Conocido como el Modisto de los presidentes, Hipólito Peña se siente orgulloso de poder satisfacer la demanda de sus distinguidos clientes, incluyendo Presidentes, Jefes de Estado, empresarios y famosos deportistas.
A él le ha tocado vestir varios Jefes de Estado de Suramérica y del Caribe. De nuestro país, los últimos tres presidentes han sido clientes suyos así como Jeff Busch, hermano del presidente George Busch y gobernador del Estado de la Florida en los Estados Unidos, quien también ha sabido apreciar la calidad y elegancia de un traje Hippolito.
Lo que más le gusta de su trabajo es ver a un cliente satisfecho, por eso siempre trabaja para lograr la excelencia en cada uno de sus diseños.
– ¿Qué le ha motivado a seguir en el mundo de la alta costura?
La pasión de hacer las cosas bien. En el área textil se usa mucho la palabra calidad y ese es el objetivo de cualquier profesional. Hay que ponerle pasión y dedicación, porque sino, se pierde la esencia, ya que el trabajo no se hace por dinero, sino porque a uno le gusta hacer las cosas bien. Creo que eso es lo más importante que nos ha identificado con el éxito.
Y ese éxito del que habla, él sabe que sólo se consigue con el tiempo, con un trabajo de seguimiento tenaz a las cosas.
Cuando se refiere al servicio que ofrece, su rostro se llena de orgullo y como un torrente de seguridad y confianza, nos dice que El que quiera la calidad más exigente, aquí la puede encontrar. En estos momentos, no tenemos ninguna competencia a nivel mundial en cuanto a manufacturar una prenda de hombre. Es una realidad. Nosotros tenemos una industria que es la más moderna de América Latina y que se está lanzando ahora a Estados Unidos y próximamente a Europa, así que estamos caminando poco a poco.
La empresa que en lo adelante se encargará de lograr una mayor proyección en los mercados internacionales de la marca Hippolito se llama Gruppo Epoca, y es una industria exclusivamente para la exportación de los diseños al extranjero.
A través de este proyecto, las líneas Hippolito ya están estratégicamente posicionadas en exclusivas boutiques de los Estados Unidos como es el caso de Saks Fifths Avenue. Con grandes expectativas, el diseñador espera penetrar en el mercado europeo a final de este año 2004.
En España y en Italia están esperando que comencemos a ofertar nuestros diseños allá. En la isla de Capri, Italia, se abrirá en los próximos dos meses una boutique con la línea Hippolito durante la temporada de verano, expresa el visionario diseñador.
Actualmente está formando un completo equipo de mercadeo internacional que estará ubicado en una oficina que próximamente abrirá en las ciudades de Miami y Nueva York.
La característica principal de Hipólito Peña es su meticulosidad y exigencia de lograr los más altos estándares de calidad en cada uno de los componentes de sus trabajos.
Es un acucioso investigador de la cultura de la moda, lo que lo ha llevado a mantenerse actualizado visitando las más importantes ferias y actividades de moda en el mundo, así como a intercambiar experiencias y recibir asesoramiento de las más prestigiosas firmas de diseño y confección internacional.
Los tejidos que utiliza Hipólito Peña en la elaboración de sus trajes, son una selección de los mejores países europeos como Inglaterra, Italia, Francia y Escocia. Para nosotros, la exigencia de la materia prima es muy rigurosa, por eso la gran demanda y la calidad de nuestro producto.
Yo soy el encargado del diseño de los modelos. Tengo que estar siempre en el proceso creativo. Ahora tengo buenas noticias: de la familia saldrá otra diseñadora, mi hija Carolina. Ella tiene un talento innato y estoy muy feliz con eso, nos dice orgulloso.
La línea Hippolito tiene como filosofía el cuidado de la rigurosa individualidad del hombre que desea sentirse libre, seguro y elegante.
La alta costura masculina tiene reglas muy precisas. Significa más trabajo porque los diseños son más elaborados y por ende, requieren de un particular esfuerzo para lograr la excelencia de cada una de las piezas de vestir.