El ex presidente  Hipólito Mejía propuso la firma de un “pacto por la unidad” en base a los términos contenidos en las conclusiones de la mesa de unidad y concertación del congreso José Francisco Peña Gómez, con la aprobación de la Comisión Política y del Comité Ejecutivo Nacional del PRD en el momento de ratificar el reglamento de la Convención.

Al mismo tiempo  exhortó a Miguel Vargas  Maldonado   aceptar, en aras de la unidad, el consenso y la tranquilidad de la familia perredeísta, las propuestas presentadas por la comisión que encabeza la organización de la convención, incluyendo la fecha de la apertura de campaña y otros elementos que ayuden a realizar un proceso de competencia interna en el que prevalezca la armonía y  el  respeto a las autoridades de las comisiones.

En una misiva enviada  a  Emmanuel Esquea Guerrero, Milagros Ortiz Bosch y Hugo Tolentino Dipp, en la que expone su posición respeto a las presunciones de Vargas sobre la conformación de la conformación de las comisiones locales, Mejía considera inaceptables las propuestas de Vargas  Maldonado de conformar unilateralmente las comisiones organizadoras locales y de los miembros de los centros de votación, por considerarlas violatorias a las decisiones tomadas en el congreso.

Dice que  Vargas Maldonado se opone a que la comisión organizadora seleccione por consenso las   locales, al considerar que ese proceso debe ser dirigido por las autoridades que resultaron “del cuestionado” proceso interno de septiembre de 2009, dilucidado en la Junta Central Electoral.

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Proceso viciado

El texto de la carta indica que  “es oportuno recordar que las autoridades nacionales y locales, las cuales según el precandidato Miguel Vargas representan la institucionalidad, fueron electas mediante procesos irregulares e incompletos, debidamente comprobados por la Junta Central Electoral e indicados en la resolución 006-2010 del 2 de febrero de 2010”.