Hoy 
POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Hipólito Mejía tendrá este domingo sus últimas actividades oficiales en el Palacio Nacional al recibir las credenciales de las misiones extranjeras acreditadas a los actos de transmisión de mando al presidente electo Leonel Fernández Reyna.
La dirección de Prensa del Palacio Nacional informó que la presentación de las credenciales se inicia a las 9:00 de la mañana en el salón de Embajadores, en la tercera planta y al mediodía Mejía ofrecerá un almuerzo a los jefes de Estado y de gobierno invitados a las ceremonias.
A las 5:00 de la tarde, el presidente Mejía recibirá en el Palacio Nacional al príncipe Felipe de Borbón, de España. Delegaciones de 40 países asisten a los actos de transmisión de mando. Trece de estas misiones son encabezadas por jefes de Estado y de Gobierno.
Mejía acudió ayer temprano a sus oficinas en el Palacio Nacional y se reunió con algunos colaboradores, entre ellos los secretarios de la Presidencia, Sergio Grullón, y el Administrativo de la Presidencia, Alberto Atallah.
La afluencia de visitantes fue restringida al interior del Palacio Nacional y solo se permitía el acceso de empleados y funcionarios, así como de la prensa acreditada.
Los portones de acceso a las áreas de estacionamiento de vehículo que dan hacia las avenidas México y Doctor Delgado permanecieron cerrados y custodiados por efectivos del Batallón de la Guardia Presidencial.
El presidente Mejía abandonó el despacho antes del mediodía y realizó una visita a una residencia de la avenida Abraham Lincoln. No se ofrecieron detalles a la prensa.
En la esquina noroeste del recinto del Palacio Nacional, en la intersección de las avenidas México y Doctor Delgado, se mantuvo en vigilia un grupo de antiguos militares que lucharon al lado del bando constitucionalista en 1965 que reclamaban al presidente Mejía el pago de pensiones atrasadas. Los ex combatientes constitucionalistas dijeron que después de que el presidente Mejía los pensionó por decreto, solo han cobrado un mes.
Los ex militares levantaban pancartas, pero se manifestaban en forma pacifica.
No estaba claro si el presidente Mejía acudiría al Palacio Nacional en la mañana del lunes, aunque se comentó que si acudía a sus oficinas en el último día de su gobierno un Batallón de la Guardia Presidencial le rendiría honores militares antes de partir a la ceremonia en el Congreso Nacional.
Al parecido ocurrió cuando el presidente Salvador Jorge Blanco, también del Partido revolucionario Dominicano, amaneció en el Palacio Nacional el 16 de agosto de 1986.
