Hipólito, Soto Jiménez y Leonel

Hipólito, Soto Jiménez y Leonel

ANTONIO PEÑA MIRABAL
El ex presidente de la República, agrónomo Hipólito Mejía, y varios ex jerarcas militares que le acompañaron en su gobierno, han puesto el grito al cielo ante la presencia del presidente Fernández en una de las tertulias de la Fundación V República, liderada por el ex secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, teniente general (r) José Miguel Soto Jiménez.

Le picó tanto a Hipólito, que fue injusto con su antiguo secretario de las Fuerzas Armadas, externando calificativos que en nada desmedran la calidad profesional, militar e intelectual de Soto Jiménez. Sin lugar a dudas que la acción de éste, aunque sea encubierta con el matiz literario, tiene un alto ingrediente político, y todo indica que el ex hombre fuerte de nuestras Fuerzas Armadas pasará en breve a suscribir las aspiraciones continuistas del presidente Fernández.

Soto Jiménez, a igual que cualquier ex militar, tiene derecho a incursionar en el mundo de la política, sobretodo si se trata al lado de un partido en el ejercicio del poder. La afinidad intelectual Soto Jiménez-Leonel Fernández facilita el acercamiento que se ha producido, aspecto sobre el cual el ex presidente Mejía no puede competir con el presidente Fernández, ni tampoco debe sentirse mal por ello, ya que al igual que éste, es de los pocos privilegiados que han ocupado la primera magistratura de la nación, naturalmente guardando las diferencias en los estilos y resultados. Olvida Hipólito que antes de él distinguir a Soto Jiménez con cuatro años al frente de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, violentando su Ley Orgánica, el presidente Fernández lo protegió en su primer gobierno, a sabiendas que era un militar comprometido con el PRD y el extinto líder de ese partido, el doctor José Francisco Peña Gómez. ¿A quién guardar lealtad, al que impidió que la carrera militar de Soto Jiménez terminara temprano, o al que lo mantuvo por encima de la ley cuatro años siendo secretario de Estado de las Fuerzas Armadas?

Es lógico pensar en un apoyo de Soto Jiménez al candidato presidencial del PRD y no del PLD, por la cercanía que siempre mantuvo con el Dr. Peña Gómez. Si decide apoyar al presidente Fernández, como todo parece indicar, el teniente general retirado debe tener sus razones, y lo mejor para su imagen pública es que las explique a la sociedad, porque de lo contrario lo que quedará en la mente social colectiva serán las acusaciones y descalificaciones del ex presidente Mejía. Si en el futuro pretende incursionar en la actividad política partidaria, debe despejar la nebulosa que se le ha tenido, y él tiene formas de cómo hacerlo.

La captación de Soto Jiménez a la causa reeleccionista crea ronchas en el PRD y en el ex presidente Mejía, porque el mensaje que esta decisión envía a la sociedad es mortal contra los intereses del candidato del partido blanco y contra el liderazgo ejercido en ese partido por Hipólito. Si bien es cierto que el pasado gobierno del PRD-PPH fue un desacierto histórico de nuestros pueblo, no menos cierto es que algunos de sus funcionarios salieron del mismo con menos contaminación que otros, y uno de esos lo fue Soto Jiménez, al grado que una vez fuera del gobierno y cuando se estaba ventilando públicamente el caso Quirino, denunció que él como secretario de Estado de las Fuerzas Armadas había cancelado a este señor al enterarse de sus actividades ilícitas, pero que por disposición del presidente Mejía fue reintegrado a las mismas.

El presidente Fernández ganará las próximas elecciones presidenciales de mayo, y sabe muy bien que para lograrlo necesita concitar el apoyo de la mayoría. Sabe también que las condiciones no le son tan favorables como en las dos ocasiones anteriores, por lo que la sapiencia debe ser manejada con tacto y sentido político. El acercamiento con cualquier líder de la oposición, figuras importantes de la sociedad, dirigentes comunitarios, etc., constituyen esfuerzos válidos para dicho propósito. Satanizar la empatía de los últimos días entre Soto Jiménez y el presidente Fernández no es más que un recurso de campaña que a quien más beneficia es al candidato del PLD, ya que los pataleos, descalificaciones, bembitas, etc., por la pérdida de Soto Jiménez, es una muestra de que su salida de las áreas de influencias del PRD-PPH, duele.

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