Hipólito, ¡un candidato desconocido!

Hipólito, ¡un candidato desconocido!

Los resultados presentados por la encuesta Gallup-Hoy de agosto sobre las cualidades de los candidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía sugieren que el expresidente Mejía es un total desconocido para un segmento importante de la sociedad: los jóvenes de 18-35 años, principalmente.

En efecto, porque ¿como es posible que el expresidente Mejía salga mejor valorado que Danilo Medina en atributos como mayor experiencia de Estado, mejor manejo democrático y del presupuesto, entre otros, habiendo dirigido el Gobierno que, en términos económicos, ha sido catalogado como el peor de la historia republicana? 

Y es obvio que los encuestados no saben o no recuerdan sus ejecutorias dirigiendo los destinos de la Nación. La mayor experiencia de Mejía que dice un 66% se pudiera sintetizar en un cambio de hora al revés -a las cuatro de la tarde hicieron que oscureciera en el trópico; en un Acuerdo de Madrid y la recompra de las Edes que nos tienen entrampados con un sector eléctrico sangrando el presupuesto nacional; en la quiebra de tres bancos nacionales: Baninter, Bancrédito y Mercantil; en una devaluación del peso dominicano del 60 por uno que convertía todos los productos importados en prohibitivos, verbigracia la leche en los supermercados. En fin, ciertamente experiencia, pero mala experiencia que no debiéramos repetir.

Danilo, en cambio, durante su paso por la Secretaría de la Presidencia fue un efectivo gerente gubernamental que facilitaba la gestión del presidente Fernández. Por consiguiente, Danilo sí puede mostrar una gestión administrativa eficiente y una experiencia de Estado con un importante valor agregado.

 Otro aspecto que evidencia lo anterior, es el relativo a los valores democráticos. Frente a la pregunta de “quien es más democrático”, un 48% valora a Hipólito, frente a un 40% de Danilo. Sin embargo, la prensa nacional no recoge una sola expresión o conducta que evidencie tendencias autoritarias o antidemocráticas en Danilo Medina. Todo lo contrario.

Hasta sus adversarios lo consideran una persona seria, afable y conciliadora. Su paso por la Presidencia de la Cámara de Diputados lo atestigua. Ahora bien, ¿se puede decir lo mismo del expresidente Mejía, quien con sus expresiones autoritarias incentivaba acciones que se reflejaron hasta en el encarcelamiento de ciudadanos y periodistas que denunciaban desmanes gubernamentales?  Recuérdese el perredeísta que Candelier trajo preso en helicóptero por decir que el acueducto inaugurado en Las Matas no tenía agua, el encarcelamiento de Zapete y los locutores apresados por la encuesta de Hipólito contra el Pájaro Malo, entre otros. Creo que, con el mayor respeto, las ejecutorias del Gobierno del PPH tienen que ser presentadas a la población. El olvido no es un buen remedio. Los pueblos que no conocen su historia corren el riesgo de repetirla.  Por consiguiente, hay que sacar a Hipólito del closet. Hay que transformar al Papá que nos quieren vender en el Presidente que quemó la asignatura gubernamental del 2000-2004. Esa es una de las tareas de mi tocayo Francisco Javier. Manos a la obra.

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