Cuando Hipólito Mejía sea presidente del país, se acabará de una vez y para siempre la tragedia de solicitar sangre por los diferentes medios de comunicación y estar llamando a familiares y amigos con carácter de urgencia para donar sangre a un enfermo que la necesita de vida o muerte, así como las muertes maternas por falta de sangre.

 Se reordenará y mejorará la calidad del Servicio Nacional de Sangre y Transfusión Sanguínea con el desarrollo sostenido de una política nacional de sangre segura a través de un sistema en red novedoso y adecuado para cubrir las necesidades de sangre que demanda el Sistema Nacional de Salud.

 Establecerá un Banco Nacional de Sangre en la Capital y una Red del Servicio de Sangre situados estratégicamente en el país.

 El Banco Nacional de Sangre será el único del sistema que coordinará y programará el seguimiento de las actividades de promoción y donación voluntaria de sangre, regulándolas y especializándolas. Además, colectará sangre y hemocomponentes, y concentrará toda la sangre extraída en el país. Será el único del sistema para el procesamiento de la sangre y derivados con la determinación de grupos y sub grupos sanguíneo, tamizaje y control de la calidad interna de la sangre servida.

 El Banco, además, proveerá los productos especializados de sangre y componentes, enviándolos a los centros de salud mediante programación previa. Implantará métodos de mejora continua del servicio como controles, estandarización, capacitación de los recursos humanos hacia la calidad, equipamiento, automatización, tecnología de punta y auditorías. Por otro lado, se le dará seguimiento de la calidad externa de la sangre y componentes dentro de la política nacional de sangre.

 Otras funciones del Banco Nacional serán el máximo grado de especialización científico, tecnológico y desenvolvimiento ético en la disciplina médica de la inmunohemotología en el país. Colaborará con los médicos en la política de trasplantes de órganos y tejidos. Ofrecerá la oportunidad de la formación profesional de grado, post grado y de investigación especializada.

 Finalmente, aportará los indicadores de salud-enfermedad de la población con el seguimiento y control epidemiológico a enfermedades infecto-contagiosas de transmisión por la sangre. Implantará políticas de seguimiento a las transfusiones sanguíneas y sus consecuencias. Implantará programas nacionales de evaluación externa de la calidad de los procesos y el desempeño de la hemoterapia del país. Y, como estamos en la ruta de ciclones y posibles terremotos, aportará las reservas necesarias de sangre y derivados especializados en caso de desastres.

 Los centros regionales darán seguimiento a la política nacional de sangre en su región, así como promocionar la donación voluntaria y captación de sangre, mediante planificación estratégica trazada desde el Banco Nacional. Extraerán y colectarán sangre y la enviarán al Banco Nacional.

 Por otro lado,  una vez procesada la sangre y derivados en el Banco Nacional, serán enviadas a los centros regionales para el suministro, de acuerdo a la demanda.

 La promoción para la donación voluntaria de sangre será de vital importancia para el sistema y será dirigido por mercadólogos  profesionales con sentido de compromiso que permanentemente la promuevan.

 Las colectas de sangre serán programadas y montadas de forma simple y segura en lugares como iglesias, escuelas, universidades, cuarteles militares, policiales, bomberos, industrias y otros.

La extracción, guarda y traslado seguro serán realizadas por personal entrenado para enviarlas desde cualquier región al Banco Nacional.

 El Servicio Nacional de Sangre y Transfusiones tendrá una gestión totalmente descentralizada y su economía deberá ingresar por la seguridad social ya que las transfusiones están cubiertas en el plan básico de salud. Tendrá la supervisión del Ministerio de Salud en todas sus actividades.

Así es como se desarrollará la salud y el país.