Expresión coloquial para establecer la diferencia entre una práctica, ensayo o entrenamiento, y el juego o la pelea cuando suena la campana, cuando llega la hora de la verdad. Es lo que ha venido ocurriendo en el panorama político nacional: un Hipólito Mejía proclamado por su partido y lanzado al ruedo, comiendo con su dama, como se dice popularmente, y un Danilo Medina engrasando y aceitando su formidable maquinaria electoral: el PLD y un exitoso gobierno con el Presidente Fernández de respaldo.

Así las cosas, espero sinceramente que a los amigos del PPH les quede suficiente gasolina, porque esta carrera recién acaba de empezar y la meta está a nueve meses y veinte días. En efecto, Hipólito y su PPH han venido corriendo solos y ocupando los espacios mediáticos como opositores del gobierno desde su proclamación el 8 de mayo del presente año. Sin embargo, con Danilo Medina como contraparte, encarándolo y recordándole a la población los desmanes y costosos errores gubernamentales del gobierno de Mejía, la cosa será totalmente diferente.

Por lo pronto, ya Hipólito pegó el grito al cielo cuando la Gallup de agosto 2011 le dio un 47%, habiendo corrido solo en el escenario nacional durante más de cuatro meses de naturales insatisfacciones energéticas con un incremento semanal de los combustibles, a raíz de la crisis de Libia, en donde el barril de petróleo llegó a cotizarse hasta a 112 dólares. Alega que no le lleva 14% a Danilo, como dice la Gallup, sino 30%. Imagínense ustedes si llevarle, según la Gallup, prácticamente la mitad a tu más cercano competidor no te satisface es porque el miedo es grande.

Y es que don Hipólito sabe, que aunque esto no tiene que ver con construcción, es un asunto de techos y pisos. Techo, porque si el señor Mejía llegó a su máximo potencial electoral, a nueve meses de la campaña, corriendo solo en el escenario nacional, durante el periodo más crítico del gobierno del Presidente Fernández, de ahora en adelante solo le queda bajar, bajar y bajar. O, en el mejor de los casos, tratar de mantener su cuota de participación electoral. El punto de stress es que nuestro sistema es electoralmente polarizado. Un juego suma cero. Si no te vas tú, me voy yo con el 50 más uno.

Ahora bien, Gallup acaba de establecer el piso del electo candidato presidencial del PLD, Danilo Medina en un 33%: i) sin haber sido proclamado por su Partido; ii) sin haber seleccionado su equipo de campaña y estrategia; iii) sin haber seleccionado su candidato o candidata vicepresidencial; y iv) sin una efectiva incorporación del Presidente Fernández y su equipo de gobierno en apoyo a su candidatura. Se puede apostar, sin ningún tipo de titubeo, que en una nueva medición, la fotografía, a menos que salga movida, deberá presentar otro panorama totalmente diferente.

Interesante tarea para los asesores de Hipólito. Ahora es que ellos se van a tener que ganar su dinero de verdad. Como mantendrán a Hipólito controlado,  para que no se salga de la agenda y el guión, mientras sale a buscar los votos que nunca ha tenido ¡qué dilema, y ellos que pensaron que esto era pan comido! Y es que éste es un país muy especial: Bienvenidos a RD.