Hispaniola Pictures, la compañía productora de la película La cárcel de La Victoria negó la versión difundida esta semana en la prensa local que daba cuenta de que esta empresa le hubiera dado “un golpe de estado” al director de la película producida y estrenada recientemente en el país.

Mario Pérez García, Vicepresidente de la empresa fílmica salió al frente a las declaraciones vertidas por José Enrique Pintor en el sentido de que se le estuvieran despojando sus derechos como director de la cinta cinematográfica, cuya inversión total, hasta el mes de noviembre, ascendía a unos 800 mil dólares, de los cuales 650 mil dólares se obtuvieron mediante préstamo con garantía a la entidad financiera West of America Financial Group Corporation, S.A.

A juicio de Pérez García, el señor Pintor falta a la verdad al querer construir un melodrama en el que el Consejo Directivo de la empresa en la que, además de poseer un 25 por ciento del capital accionario, fungía como Director Ejecutivo, devengando un salario de RD175 mil pesos mensuales, se ha convertido de pronto “en el malo de la película”.

“Esto -destaca- sólo por el hecho de que la compañía determinó prescindir de sus funciones ejecutivas en vista de que, a la luz de los informes financieros de la productora, los resultados operativos no se estaban comportando conforme a las proyecciones y estimaciones previamente establecidas por el señor José Pintor”.

Dijo que José Enrique Pintor, quien venía laborando al frente de la empresa desde enero de este año, en respuesta a la cancelación de su contrato de trabajo comenzó a gestionar la venta de sus acciones en la compañía intentando desentenderse del contrato de préstamo con garantía accionaria previamente pactado con la empresa financiera que aportó el capital con el que se produjo La cárcel de La victoria.

Pérez García expresó que José Pintor le falta a la verdad cuando acusa a Hispaniola Pictures de supuestamente intentar despojarlo de su patrimonio familiar al no revelar que, el día 4 de abril del 2004, en su condición de Vicepresidente de Operaciones y Director General de la misma, bajo firma privada, suscribió un Contrato de Préstamo con West of America Financial Group Corporation, S.A. que lo inhabilitaba para vender o pignorar sus acciones hasta tanto hiciera efectivo el monto total de la deuda pactada.

Expresó que el incumplimiento del contrato automáticamente, además de transferir los derechos de comercialización de la película, cede los derechos de autor reconocidos en la República Dominicana a favor de la West of  America Financial Group Corporation, S.A., sin necesidad de “intervención judicial” convirtiendo a la institución financiera en “propietaria absoluta de los derechos patrimoniales de la película”.

En dicho contrato, según establece el articulo cuarto, José Enrique Pintor declara y aprueba con su firma e iniciales que “para el pago del presente préstamo otorga en garantía el veinticinco por ciento de las acciones que posee en el capital suscrito y pagado” tanto de Hispaniola Pictures, S.A. como de J. Pintor Comunicaciones, S.A.

Deja claro, además que, “para el caso improbable y remoto de que no se pueda pagar la deuda mediante este contrato contraída”, las acciones pasan a ser propiedad exclusiva de la entidad de comercio West America Financial Group Corporation, S.A., autorizando y aprobando la transferencia inmediata de dichas acciones a la entidad financiera.

Al referirse al comportamiento en el mercado de la película La cárcel de La victoria, el Vicepresidente de Hispaniola Pictures destacó que, a la luz de los análisis de los Informes Financieros de la compañía, los ingresos obtenidos representan sólo un 12 por ciento de lo invertido en la producción de la película. 

Así mismo ratificó la disposición del Consejo de Directores de la empresa productora de de aclarar a la opinión pública nacional e internacional que el señor José Enrique Pintor Carretero ha sido cancelado de sus funciones como Director Ejecutivo de la Hispaniola Pictures, pero que en ningún momento ha sido despojado del 25 por ciento de las acciones que, junto con el otro 75 por ciento del total del capital accionario de la institución, están comprometidas en prenda a la empresa financiera que aportó el capital con el que se produjo La cárcel de La Victoria.