Hispanos aportan US$30,000 MM anuales a la economía AL

Hispanos aportan US$30,000 MM anuales a la economía AL

WASHINGTON (AFP).- Los emigrantes latinoamericanos establecidos en Estados Unidos aportan anualmente 30.000 millones de dólares a la economía de sus países de origen, una cantidad de dinero superior a la ayuda bilateral y las inversiones directas, que llega directamente a los más necesitados.

Los trabajadores latinoamericanos radicados en Estados Unidos se aprietan el cinturón para poder enviar dinero mensualmente a sus familiares que se quedaron en el país.

La mitad de ellos gana apenas unos 20.000 dólares anuales (1.666 dólares por mes) y vive en una situación precaria que -sin embargo- no les impide girar un promedio de 150 a 250 dólares mensuales, reveló un amplio estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en mayo pasado.

El dinero enviado por los emigrantes, que a menudo aceptan los duros trabajos rechazados por otros, suele llegar a hogares de bajos ingresos y contribuye a aumentar el nivel de vida de millones de latinoamericanos.

«El crecimiento espectacular de las remesas internacionales es testimonio del trabajo duro y los esfuerzos de los emigrantes que anhelan una vida mejor para sí mismos y sus familias», aseguró Donald Terry, gerente del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), que depende del BID.

Estados Unidos también se beneficia del trabajo de los latinoamericanos y no sufre las consecuencias del envío de parte de su dinero al exterior. «Los inmigrantes contribuyen con unos 450.000 millones de dólares a la economía» de su país de adopción, subrayó el BID.

«Tomado en conjunto, el producto de esta población representaría la tercera economía latinoamericana, luego de la brasileña y la mexicana», destacó el banco.

Esa masa de dinero equivale a la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) de América Central, según un estudio de la Secretaría de Integración Centroamericana (SIECA).

La gran mayoría de los entrevistados (79%) reconoció enviar su dinero mediante las empresas especializadas en transferencias de fondos, que suelen cobrar comisiones que llegan en algunos casos al 20% del monto total.

«Desdichadamente enviar remesas cuesta muy caro», explicó a la AFP Brenda Nuñiz, analista financiera del Consejo Nacional de la Raza, una de las mayores organizaciones hispanas de Estados Unidos.

«El mercado todavía está dominado por dos o tres compañías. Por eso los precios son altos. Además, el tipo de cambio aplicado a veces no es justo», agregó.

En Estados Unidos, la competencia ya comienza a tener efectos. Algunos bancos entraron en el mercado de las remesas y proponen, por ejemplo, enviar dinero a México por cinco dólares.

Esta tendencia podría acelerarse en el futuro. Los líderes de los ocho países más ricos del mundo (G8) decidieron a principios de junio hacer lo posible para facilitar y abaratar el envío de remesas, como parte de su programa de lucha contra la pobreza.

Para lograrlo, acordaron tratar de «reducir el costo de los servicios para el envío de remesas mediante la promoción de la competencia, la utilización de instrumentos innovadores de transacción y facilitando el acceso a los sistemas financieros».

Si se aplican, esas medidas tendrán un impacto significativo en América Latina, región considerada uno de los mayores mercados de remesas.

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