LOS ÁNGELES.-Una imagen de la Estatua de la Libertad con un rostro diferente, con cabellera al viento y un collar de vivos colores embellece una pared. A su lado, las irregularidades de un muro ayudan a crear arte en tres dimensiones: Un parasol y una ventana dan vida a una falda con vuelo y una jaula para mostrar una muchacha soltando loros y mariposas monarcas. Una explosión de colores y mensajes sociales le cambia el rostro a Los Ángeles, que busca recuperar su condición de capital mundial de los murales callejeros al quedar sin efecto una moratoria de diez años sobre ese tipo de expresión.