Hispanos pisan fuerte en política de Nevada

<P><STRONG>Hispanos pisan fuerte en política de Nevada </STRONG></P>

LAS VEGA. AP. Hace más de 125 años, tras las elecciones de 1874, Pablo Laveaga fue el primer hispano en ser elegido para la legislatura estatal, en representación del condado de Humboldt.   

El siguiente legislador hispano de Nevada llegó 70 años después. Y pasaron otros 38 años antes de que hubiese un tercero.   

En tiempos recientes, sin embargo, gracias a cambios en la composición demográfica del estado y a cambios en el sistema electoral, los hispanos están siendo elegidos a un ritmo mucho más rápido.   

En el 2010 fueron elegidos seis hispanos a la Asamblea (cámara baja) de Nevada, que ahora cuenta con ocho en total. Este año, Mo Denis, elegido por primera vez en el 2004, pasó a ser el primer líder hispano de la bancada mayoritaria del Senado estatal. Y el gobernador y el procurador general son ambos hispanos.   

A pesar de ello, tanto políticos como líderes comunitarios hispanos dicen que todavía queda mucho por hacer. No hay hispanos en el concejo municipal de North Las Vegas, en la junta directiva del distrito escolar del condado de Clark ni en el concejo municipal de Henderson. Y ningún hispano de Nevada llegó al Senado ni la Cámara de Representantes nacionales.   

No obstante, gracias a una camada de líderes comunitarios dinámicos y ambiciosos, y a un electorado hispano cada vez más comprometido, se espera que los avances logrados en la última década no se diluyan.   

Fernando Romero lidera Hispanics in Politics, la organización política hispana más antigua de Las Vegas, desde hace casi 15 años.   

Esta agrupación independiente al principio estuvo adscrita a la Cámara de Comercio Latina de Las Vegas, pero comenzó a funcionar independientemente en 1995. En el 2012 una cantidad de candidatos a cargos públicos asistieron a sus desayunos en busca de respaldo. Pero no siempre las cosas fueron así.   

En 1980 la población hispana de Nevada era de 55.000 personas; hacia 1990 llegaba casi a 125.000 y en el 2000 la cifra subió a 394.000. Para el 2010 había más de 700.000 hispanos en el estado, que representaban el 26,5% de la población. Para tener influencia política, esta población tenía que votar.   

“Había que pavimentar las calles”, declaró Romero al diario Las Vegas Sun (http://bit.ly/XirmiW ). “Los que llevábamos aquí cierto tiempo insistíamos en que teníamos esta herramienta llamada voto y que la comunidad tenía que usarla”.   

“Los latinos de Nevada no tienen muchas raíces”, dijo Romero. “No llevamos mucho tiempo aquí. No hubo mucha participación, como en otros estados con gente de segunda, tercera y cuarta generación. Pasó un tiempo hasta que los que venían al estado forjaron un sentido de comunidad”.   

La relativa juventud de la comunidad fue un factor en la participación hispana.   

“La concentración geográfica de los hispanos en el este de Las Vegas genera una economía de escala cuando se realiza una campaña. Aquí, el 80% de los hispanos se encuentran en el condado de Clark y eso hace que resulte mucho más fácil llegar a ellos”, comentó David Damore, profesor de ciencias políticas de la universidad UNLV.   

“La fuerza de los sindicatos es otro (factor) grande. Si observas la composición demográfica de Texas y Arizona, los hispanos no tienen mucha representación. No tienen los sindicatos (que movilizan a los votantes). Además, (el senador Harry) Reid, hay que reconocerlo, sabe mucho de esto”.   

La ola hispana aumentó a partir de mediados de los años 2000. El senador Rubén Kihuen, elegido por primera vez a la Asamblea, es ahora el líder de la mayoría en la cámara alta y presidente de la comisión de ingresos.   

“Cuando Rubén se hizo asambleísta, luchó contra un demócrata que ocupaba el cargo y no tuvo demasiado apoyo entre algunos demócratas”, recordó Romero. “Pero contó con la comunidad, que lo apoyó. Lo mismo sucedió cuando Mo Denis fue elegido en el 2004 y cuando luego ambos llegaron al Senado”.   

Hispanics in Politics funciona desde hace décadas, pero cuando Nevada pasó a ser un estado indefinido en el plano político y el tamaño del electorado hispano creció, vinieron organizaciones nacionales.   

Irene Bustamante Adams, una californiana que de niña trabajó en las cosechas de uvas junto a sus padres, trabajó 18 años como ejecutiva de MGM Resorts Internacional antes de postularse para la Asamblea por el distrito 42 en el 2010.   

Fue una de seis hispanos elegidos ese año. Los otros son Lucy Flores, Olivia Díaz, Teresa Benítez Thompson, Richard Carillo y Steven Brooks. Junto con los senadores estatales Denis y Kihuen formaron el primer Bloque Legislativo Hispano de Nevada, que ahora preside Bustamante Adams.   

“Tengo que felicitar al bloque demócrata de la Asamblea por su capacitación y reclutamiento”, declaró Bustamante Adams. “Tienen un red amplia y buscan candidatos interesados en postularse. Los senadores Denis y Kihuen siguen a mucha gente: gente que sirve en organizaciones sin fines de lucro, gente que es incorporada a juntas directivas y comisiones, y algunos de nosotros que éramos cabilderos”.   

Los éxitos del 2010 respondieron en parte a un cambio en las leyes estatales de 1996, cuando se fijaron límites a los períodos que podían servir en la legislatura, de tres períodos para los senadores y seis para los asambleístas.   

“Esas limitaciones nos abrieron las puertas a muchos de nosotros. Yo soy un ejemplo”, dijo Bustamente Adams.   

En el 2012, Oscar Delgado fue el primer hispano elegido al concejo municipal de Reno.   

En el sur de Nevada, donde vive la gran mayoría de los hispanos del estado, la cantidad de hispanos en puestos municipales es también mínima.   

Bob Coffin es el único hispano en el concejo municipal de Las Vegas. Isaac Barron, profesor de la escuela secundaria Rancho High School, se postuló al concejo municipal de North Las Vegas este año y podría ser el primer hispano en ese organismo.   

“Todavía no estamos representados en muchos niveles del gobierno”, manifestó Andrés Ramírez, quien dirige una firma de marketing y estrategia política enfocada en los hispanos. “Además de reclutar gente para que se postule a cargos electivos, tenemos que empezar a identificar gente que pueda servir en puestos por nombramiento.   

Los miembros de la clase del 2010, en tanto, ya no son novatos y se espera que tengan más influencia en el futuro.   

“Las elecciones del 2010 fueron algo grandísimo para la comunidad latina, pero ser elegido es la mitad de la batalla”, dijo Damore. “Ahora tienen que librar batallas políticas”.   

—————    Información del Las Vegas Sun, (http://bit.ly/XirmiW 

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