Nueva York. Los hispanos y afroamericanos en esta ciudad, etnias que duran más tiempos en el subway a la espera que pase alguna de las líneas de trenes, son los pasajeros que sufren mayores riesgos de sufrir problemas con el aire que circula en los túneles y estaciones.
Decenas de miles de dominicanos abordan a diario diferentes líneas de trenes en los diferentes condados.
Investigadores de la Universidad de NY descubren que puede haber disparidades en la exposición al aire tóxico del metro según los ingresos y la raza.
Según el estudio, los subterráneos de NYC tienen altas concentraciones de contaminación por partículas finas, conocidas como PM2.5. Cuando se inhalan durante largos períodos de tiempo pueden causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, como trastornos cardiovasculares, respiratorios, metabólicos y neurológicos.
Los viajeros de barrios de bajos ingresos y, en particular, de comunidades hispanas y negras, pueden tener un mayor riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el aire del metro.
Los investigadores dicen que esto se debe a que las comunidades de color y las económicamente desfavorecidas tienden a vivir en los distritos periféricos como Brooklyn, Queens y El Bronx y, como resultado, tienen viajes más distantes, mientras los blancos poseen sus vehículos y utilizan el metro con menos frecuencia porque viven más cerca de sus centros de trabajos.
El estudio también reveló que los andenes del metro y los vagones del tren tenían niveles de PM2,5 más elevados de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera seguros. Según los científicos, esas partículas ricas en metales provienen del desgaste y la fricción de los frenos del tren en los rieles, así como de la falta de ventilación.
Otro estudio reciente ha descubierto que la contaminación del aire puede provocar cambios de humor, aumentar el riesgo de problemas de salud mental a largo plazo y reducir la acción climática.