Historia de mujer empresaria

Historia de mujer empresaria

Hace 12 años que Luisanny Acevedo tomó un pequeño préstamo en el Banco de Ahorro y Crédito Adopem para hacer realidad su sueño, que era montar una academia de ballet.
La oportunidad que le brindó esa entidad crediticia, junto al esfuerzo de Acevedo, ha permitido construir una historia de éxito y un ejemplo de superación para las mujeres dominicanas.
Al ritmo de música de Tchaikovski o Mozart, la Academia de Ballet Luisanny Acevedo enseña, educa y forma a niñas en el área de la danza o ballet clásico.
Con más de 15 años dedicados a la enseñanza de este arte, Luisanny, quien es bailarina profesional, logra que su salón sea más que un espacio para bailar, también hace que sus alumnas aprendan ballet de forma dinámica y divertida.

Actualmente cuenta con una matrícula de más de 70 niñas, con grupos abiertos de diferentes edades.
“Uno piensa en grande, pero al final todo es paso a paso, quiero que los grandes bailarines me conozcan y sepan lo que yo ofrezco”, manifestó.

En esta escuela instruyen niñas desde los tres años hasta los quince, iniciando con lecciones de movimiento creativo, preballet, composición coreográfica básica y Ballet Clásico hasta el primer año.

“Nuestras niñas toman clases de ballet clásico en teoría y práctica, algunas son niñas pequeñas, pero la teoría que se les imparte son clases entretenidas para que ellas aprendan el ballet con juegos, con dibujos y de esa forma pongan a volar la imaginación”, expresó.

El ballet es una forma de danza cuyos movimientos deben ser armónicos, estos se basan en el control absoluto del cuerpo, por lo que la maestra recomienda entrenamiento y estudio desde temprana edad.
Además, trata de incorporar en la educación de sus estudiantes la actitud, constancia y sensibilidad en el ballet como disciplina necesaria.

A la fecha Acevedo ha obtenido seis préstamos en Adopem.

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