Historia del crecimiento dominicano

Historia del crecimiento dominicano

En el primer trimestre del año el PIB creció 6.5%, por el aumento de la demanda interna, de manera específica, por un mayor consumo público y privado, que como se desprende de la deflación del trimestre, para el consumidor y el gobierno necesariamente no implicó un gasto adicional. El crecimiento del PIB se produjo a pesar del comercio exterior que retrocedió, las exportaciones cayeron 4.8% y las importaciones totales 2.8%, aunque como se esperaba por la mayor demanda interna las no petroleras crecieron 6.70%. Otra característica es que el crecimiento del PIB difiere del patrón latinoamericano, que depende de la exportación de materias primas. Con los precios en baja por la desaceleración del consumo y el crecimiento en China, el crecimiento latinoamericano pierde fuerza hasta el punto de que el FMI y el Banco Mundial pronostican menos de 1% para 2015.

Pero no siempre fue así. Desde mediados del siglo XIX y hasta la tercera década del XX, el crecimiento dominicano, como el de América Latina, dependió de las compras de materias primas de parte de los Estados Unidos y nosotros importando productos terminados, las primeras creciendo mucho más que las segundas, por eso no hubo problema de liquidez externa, incluso para pagar la deuda externa.

Con ciclos de intensidad muy variada, desde 1844 y hasta 1930 el crecimiento dominicano se apoyó en la exportación de madera (palo de campeche, caoba, espinillo, capá, roble), cuero de res, carne salada, tabaco, café, cacao y azúcar. Si aumentaban la economía crecía, nos lo dice la historia condensada de los ochentiseis años (1844-1930), el PIB creció a una tasa media anual de 3.71%, el per cápita 0.98% y la población 2.75%. Crimen, represión y persecución aparte, la Gran Depresión de 1929 consolida la dictadura de Trujillo, a pesar de que por el desplome de la demanda interna, de por sí poca, y de las exportaciones de materias primas, el PIB acumulado retrocedió 4.59% en los años 1929-1933. En 1944 es cuando los dominicanos recuperamos el nivel del per cápita que teníamos en 1929.

El patrón de crecimiento no cambió durante los treintiun años de la dictadura de Trujillo (1930-1961), el ritmo lo marcaron las ventas externas de azúcar, café y cacao, principalmente. En el periodo el PIB creció a una tasa media anual de 4.46%, el per cápita 1.15% y 3.31% la población. En los cuarenta años desde la muerte de Trujillo y hasta el 2000, el crecimiento se apoyó en el modelo de sustitución de importaciones y en la demanda interna, el PIB aumento 5.21%, el per cápita 2.92% y 2.29% la población.

Chile, Perú y Brasil crecieron y mucho mientras pudieron vender a buenos precios cantidades crecientes de soja, cobre y mineral de hierro, ciclo que los dominicanos conocemos desde la Primera República. Como China se prepara para fortalecer su crecimiento pero en base a la demanda interna y presumiblemente América Latina hará lo mismo, nosotros debemos hacer lo contrario, fortalecer nuestras empresas para que compitan en el exterior, mediante un proceso de reconversión industrial reducido a no más de cinco industrias, con el propósito de elevar tecnología, productividad y valor agregado a lo exportado.

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