Villa Fundación, San Cristóbal. Una historia de aparente descuido y falta de atención apropiada quedó al descubierto con la muerte de tres niños en el interior de un carro dañado, en la calle Alfa 4 de este sector.
Los menores Johansel Jaciel Galán, de 2 años; Raymel Guzmán, de 3 y Luis Maury Galán, de 4 salieron a jugar luego de comer en casa de Johanna Guzmán Dipré, madre de Raymel.
Johanna nunca pensó que sería la última vez que vería con vida a su hijo y sus dos primitos.
Al cabo de de media hora extrañó a los menores y comenzaron a buscar de manera infructuosa en todos los alrededores y campos cercanos pensando que se los habían robado.
Cuando ya estaban a punto de resignarse a la búsqueda policial un señor identificado como Cándido se sentó sobre el carro Toyota Cressida año 1989 a comer una fruta y al mirar hacia dentro notó un bulto y comenzaron a romper lo vidrios: ahí estaban los tres niñitos: Uno recostado en el asiento trasero, el otro con medio cuerpecito sobre el tercero que yacía en el piso del carro.
Junto a ellos había un paquete de galletas y un refresco que, al parecer, compartieron antes de morir por causas que aun se investigan.
Descuido y maltratos. La abuela, tías y vecinos del niño Luis Maury Galán lloraban ayer de impotencia debido a que habían advertido a la madre del menor, Carolina Galán, de 22 años y embarazada de su cuarto hijo, que algo le pasaría.
Ella salía y los dejaba encerrados a los dos, Johansel y Luis Maury, a cargo de la niña de 6 años. Ellos salían por una ventana y se la pasaban de una casa a otra a veces descalzos y medio vestidos, expresó María Cristina Mariñez, abuela, quien dijo que el lunes tenía previsto llevar el niño a una guardería para que no estuviera rodando.
Dijo que la situación de los pequeños se complicó cuando la niña de 6 fue sacada de la casa materna por su padre, que había advertido el descuido.
Yo hasta le dije a ella un día que me lo iba a llevar a mi casa, que los mantuviera que yo lo cuidaba y por eso hasta discutimos en el hospital Pina. Esa vez me dijo que estaba cansada que hiciera lo que yo quisiera, que me lo comiera si yo quería, indicó la tía de Luis Maury, Mercedes Mariñez quien ayer hasta enfrentó a Johanna por la situación.
Dijo que en días pasados llamó al 911 para denunciar que los tres niños estaban encerrados solos pero no se presentó autoridad alguna.
Se defiende, pero admite. Cuestionada por los señalamientos en su contra, Johanna dijo con firmeza que es una madre soltera y tenía que salir a buscar la comida. Mira ahora, se me murieron dos pero yo tengo que seguir adelante porque me queda una hembra y estoy embarazada, expresó.
Dijo que ciertamente dejaba los niños encerrados para ir a trabajar, pero yo le dejaba la llave a la niña de seis años para que llamara la vecina y le abriera. Ella los miraba, expresó la joven madre mientras esperaba la llegada de los cuerpos.
Otro drama. Sobre Johanna, la madre de Raymel, los vecinos dicen que siempre estaba pendiente de su hijo, y a veces cuidaba de los otros dos que eran sus sobrinos. La joven madre apenas se recupera de las quemaduras que recibió por parte de su expareja que la roceó con ácido del diablo.