Los virus de la polio han estado presentes desde la antigüedad. Autores notables, como John Paul -A History of Poliomyelitis- han escrito libros interesantísimos sobre esta problemática. Aún más, el hallazgo de la piedra egipcia del período de Amenhotep II -1,400 años a.C.- muestra a una persona con probable secuela de poliomielitis en una pierna.
Pero no es hasta 1890 que se describen las características clínicas de la enfermedad y se registra científicamente el primer brote de polio en Escandinavia. Cuatro años más tarde -1894- se describe un brote similar al anterior, esta vez en Vermont, Estados Unidos.
Landsteiner y colaboradores en 1904 demostraron el paso del virus, que sólo acarrean los humanos, al Sistema Nervioso Central por neurotropismo, al inyectarlo a monos; y Enders y colaboradores en 1952 encontraron que el virus se podía cultivar. Este hallazgo dio paso a los ensayos experimentales para desarrollar vacunas.
Otros investigadores encabezados por Bodian detectaron que el virus circulaba en la sangre de las personas solamente en los primeros días al tiempo que identificaron tres serotipos diferentes: el I, II, y III.
John A. Salk y colaboradores desarrollaron la primera vacuna contra la polio en 1953 con los tres tipos de polio inactivados en formalina. La vacuna, disponible en 1955, declinó dramáticamente los casos de polio en los Estados Unidos. Para que se tenga una idea de la magnitud de esta enfermedad antes del desarrollo de las vacunas disponibles hoy día, en 1952 se reportaron en los Estados Unidos 58,000 casos, con 3,145 fallecidos y 21,269 afectados por parálisis permanente. Por todo eso, la polio fue considerada el problema de salud más peligroso de la postguerra -Segunda Guerra Mundial- en los Estados Unidos.
Franklin Delano Roosvelt, siendo un político famoso en 1921, contrajo el virus al reunirse con un grupo de adolescentes en un parque de New York y desarrolló parálisis durante sus vacaciones en Canadá. A pesar de que la parálisis le afectó desde la cintura hacia abajo y todo parecía indicar que su carrera política terminaba, ganó posteriormente la gobernación del Estado de New York que tenía muchos años en poder de los republicanos. De más está decir que Roosvelt ha sido el único presidente de los Estados Unidos con cuatro períodos presidenciales consecutivos.
En 1930, Roosvelt fundó la Fundación Nacional para la parálisis infantil que rápidamente cambió de nombre a March of Dimes, involucrando a todos los ciudadanos de los EUA para donar, por lo menos diez centavos, a la investigación y combate al polio.
En 1962, otro científico, Albert Sabin, desarrolla otra vacuna de virus vivos atenuados para administración oral. Ésta tenía la ventaja de que no requería personal entrenado para ofrecer dos gotas de la vacuna disponible en grandes volúmenes y bajo costo.
En nuestro país el siempre recordado Ministro de Salud Pública Dr. Amiro Pérez Mera introduce la vacunación masiva contra esta enfermedad en 1983-84 con la presencia del Dr. Sabin. Cabe decir que con esta campaña se erradicó la enfermedad hasta el presente. En los EUA la erradicación se produjo en 1979.
La OMS decide la vacunación mundial contra la polio en 1988 utilizando la vacuna oral bajo la modalidad del Dr. Pérez Mera, reconocido por esta institución. Desde entonces la lucha por la erradicación del virus salvaje de la polio ha sido constante y son muchos los países e instituciones involucradas en esta meta. Sólo mencionaremos los tres donantes principales para su erradicación: Bill y Melinda Gates, Reino Unido y Rotary International.
Al mes de febrero de este año, solamente dos países siguen teniendo el virus salvaje de polio: Pakistán y Afganistán. El primero con diez casos con relación a 24 del año anterior, mientras el segundo con un caso versus tres del año pasado.
Debemos felicitar a los vacunadores, esos héroes anónimos que han vencido todas las adversidades. En fin, esperamos que para el 2018 se haya erradicado el virus salvaje de la polio a nivel mundial.