Historias que muestran la pasión por el servicio

Historias que muestran  la pasión por el servicio

Los primeros pasos del proyecto Obras son Amores de la revista “En Sociedad” del periódico HOY, avanzan con buen pie hacia el éxito. Ideado con entusiasmo por su editora, Maribel Lazala, encuentros mensuales durante este año destacarán la filantrópica labor de fundaciones que trabajan en diversas áreas, con el propósito de ser entes de ayuda para los más necesitados.

El Patronato Benéfico Oriental, ubicado en el hogar de la caña, La Romana, participó como protagonista de esta primera edición, donde su presidenta, Xiomarita Menéndez de Dájer junto a su presidenta ad vitam Xiomara de Menéndez, y algunos miembros de la directiva que componen la fundación, fueron acogidos en los espacios del salón de conferencias de esta empresa.

La buena vibra invadió el momento. Entre risas y camaradería, la confianza logró acomodarse entre los responsables del patronato y los encargados de los medios escritos del Grupo Corripio, Juan Carlos Camino, Nelson Marrero, Marien Aristy Capitán, Jacqueline Ventura, José Monegro, Carlos Gómez, Alicia Pou, Linabel Cordones, Lady Reyes y Luisa Blanco, quienes atentos escucharon la información ofrecida sobre el trayecto andado de la fundación y sus programas de acción social, que van desde hogar de acogida, hasta atención médica y educación técnico profesional.

Durante treinta años, tres generaciones se han involucrado con pasión a este hermoso proyecto.

Fue en 1976 cuando un grupo de mujeres fundó el patronato y, como consecuencia de este esfuerzo, nació el Hogar del Niño en 1982 con la necesidad de que existiera una guardería que permitiera a las madres trabajar y dejar a sus hijos en buenas manos. En ese momento, expresó Xiomarita, los niños eran alrededor de treinta, y en la actualidad el hogar alberga más de 1 500 entre cero a dieciocho años, a quienes atienden a partir de las 5:30 de la mañana hasta las siete de la noche, facilitándoles todas las herramientas necesarias para que puedan desarrollarse y ser adultos que contribuyan en la sociedad.

Para el ingreso de un niño al hogar, trabajadoras sociales visitan la vivienda con el propósito de conocer la realidad y confirmar que ninguno de los progenitores esté laborando.

Todo niño tiene un lugar en el hogar, pues pequeños con discapacidad reciben educación en escuelas especiales para niños sordos y ciegos, y a partir del año pasado, los niños con sordera son trasladados, después del séptimo grado, a cursar el octavo en la escuela normal, con la ayuda de un intérprete para enseñarles cómo enfrentarse a una vida de oyente.

En este patronato, convertido en el mejor centro que tiene servicio completo en su género, los niños se gradúan con un nivel técnico, y un veinte por ciento de ellos se insertan a estudiar a universidades nacionales privadas, gracias a un programa de becas por el que la institución se compromete a pagarles sus estudios y todo lo que puedan necesitar.

A pesar de que esta institución tiene un presupuesto administrativo que supera los 250 000 dólares mensuales, beneficia directamente a 53 000 niños y niñas a través de asistencia de salud, educación y alimentación fuera del hogar, con programas especiales orientados a colaborar con la comunidad de La Romana.

Los programas. Para suplir las actividades y programas del Patronato Benéfico Oriental, tales como: hogar del niño, la zona verde, centro de formación técnica profesional, diagnóstica social, asistencia comunitaria, programas de becas, programas de alfabetización de jóvenes y adultos y programas de voluntariado, destaca entre tantos, el Café de la Leche y Adopte una Cuna, cuyos eventos de solidaridad fueron creados para la recaudación de fondos.

El primer viernes de cada mes, un anfitrión del Club Café de la Leche patrocina la actividad poniendo a disposición su propiedad y cada asistente aporta leche, fórmula y cereales para los infantes del hogar.

Otra magnífica iniciativa es el programa Adopte una Cuna, ideado en 1998 por Phyllis Berney para asegurar el continuo flujo de contribuciones para este Hogar. “Adoptar una cuna” requiere una mínima donación de mil dólares por año, una suma multiplicada por los cientos de generosos propietarios de villas de la comunidad. En la actualidad esta es la mayor fuente de ingresos para el centro educacional y de cuidados y poco a poco, ha permitido que las instalaciones continúen desarrollándose hasta convertirse en el centro de cuidados más completo.

Al finalizar el conversatorio, la directiva del patronato recibió como obsequio una planta bonsai de mano de Maribel Lazala, como símbolo de los frutos sembrados y cosechados y se ofreció un coctel.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas