TRIPOLI. AFP. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se reunió ayer por la noche con el líder libio, Muammar Kadhafi, horas después de llegar a Trípoli en una visita histórica, pues es la primera de un jefe de la diplomacia de Estados Unidos en los últimos 55 años.
La reunión se llevó a cabo con una hora de retraso en Bab (bien Bab) al Azizia, la residencia del coronel Kadhafi en Trípoli y donde su hija adoptiva murió en un bombardeo estadounidense en 1986 realizado bajo la administración del presidente Ronald Reagan.
Con esta visita a Kadhafi –otrora considerado la «bestia negra» de Estados Unidos– Rice desea lograr un éxito diplomático para la administración del presidente George W. Bush y mostrar a Corea del Norte e Irán los beneficios que pueden obtener si renuncian a sus armas de destrucción masiva. El dirigente libio iba vestido de blanco y llevaba un echarpe con motivos africanos. Estrechó las manos de algunos miembros de la delegación estadounidense pero no la de Rice, a la que saludó llevándose la mano a su corazón. Rice le agradeció su hospitalidad. El le preguntó cómo estaba. «Estoy muy bien, gracias», le respondió la jefa de la diplomacia estadounidense. La delegación asistió a los 20 primeros minutos de entrevista y después dejaron solos a Rice y Kadhafi.