Por Leonora Ramírez S.
La disminución del ingreso de drogadictos en los distintos locales de Hogar Crea Dominicano es la medida que tomaría esa institución si la subvención del gobierno para el 2006 no alcanza los RD$40 millones, declaró Leopoldo Díaz, director de esa entidad, quien lamentó que el Poder Ejecutivo nunca aporte los ingresos que necesitan los organismos que trabajan en la prevención del consumo de sustancias narcóticas.

Díaz quiere ser optimista, desea creer que este año recibirá la cantidad señalada  para completar los RD$125 millones que contemplan para su presupuesto de gastos, pero el precedente del 2005, cuando solicitaron la misma suma y solamente recibieron RD$10.3 millones, minimiza su entusiasmo.

«Durante muchos años hemos luchado con la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN), la Oficina Nacional de Presupuesto  (ONAPRES), la Tesorería Nacional y la secretaría de Salud Pública, para que esta ayuda  vaya en proporción directa al trabajo que estamos haciendo, pero lamentablemente la experiencia en estos años ha sido muy negativa, porque la respuesta del gobierno ha sido muy tímida.

«Entramos al 2006 con varios proyectos, tenemos 35 hogares funcionando con una población de 1,600 personas internas, lo cual representa costos sumamente altos».

Sin embargo, dijo que abriga la esperanza de que del grupo de Ong que laboran en el país se privilegie, en el Proyecto de Presupuesto de Ingreso y Ley de Gastos Públicos, a las que están involucradas con la solución de problemas sociales, entre los cuales el consumo de drogas es uno de los más dañinos.

En ese sentido consideró que las autoridades deben pasar de las palabras a los hechos,  dejar de lado la retórica sobre la s consecuencias del flagelo de las drogas, para materializar esas preocupaciones con la entrega de recursos para enfrentarlo mediante políticas públicas.

«Nosotros nos sentimos preocupados por el incremento de la delincuencia y la inseguridad que se vive en el país, debido fundamentalmente al aumento del consumo de drogas,  y eso lo ha dicho el Presidente Leonel Fernández en reiteradas ocasiones. «Lógicamente se deduce que el mecanismo más idóneo para frenar la delincuencia sería dándole el apoyo económico a las  instituciones que trabajan en la reducción de la demanda del consumo de drogas».

LOS PROYECTOS PARA EL 2006

La instalación de un Hogar Crea para menores es la meta principal para el 2006, pero todo depende de la decisión del gobierno y de los legisladores.

Si no hay dinero suficiente los 72 menores adictos, con edades entre ocho y 14 años,  que reciben asistencia en los distintos locales situados en el ámbito nacional, seguirán compartiendo el espacio con los adultos.

«Estamos recibiendo menores que captan en la calle Acción Callejera, Niños del Camino y Conani, por lo que estamos asumiendo una responsabilidad que se escapa de  nuestras condiciones económicas, pero tenemos que hacerlo porque no podemos darles la espalda». Hogar Crea tiene 35 locales en todo el país, el último de los cuales abrió sus puertas, casi precariamente en febrero del 2005 y está destinado a drogadictos con VIH positivo.

La apertura de ese centro se hizo con el compromiso de subsidio de parte del Consejo Presidencial del SIDA, que dirige el doctor Alberto Fiallo, pero hasta el momento la contribución no ha salido del territorio de las promesas.

Eventualmente pondrían en ejecución, mediante un acuerdo suscrito con la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un diplomado para técnicos en fármaco dependencia, dirigido a las personas que trabajan en los centros de asistencia a drogadictos.

EL SACRIFICIO PARA DAR SERVICIO

La población de Hogar Crea es de clase media hacia abajo que, en su mayoría, no tiene con qué pagar las cuotas, de manera que esa entidad está condenada a pelear por la contribución del gobierno y del sector privado.

 «Hemos demostrado capacidad de trabajo y vocación de servicio que se expresa en sueldos de miseria, apenas contamos con dos psiquiatras,  un psicólogo que trabaja a tiempo completo que sólo recibe RD$7,500 mensuales, y un director de un hogar gana RD$6,000.

«Por lo que la respuesta  que le estamos dando a la sociedad es en función del sacrificio y la vocación de servicio de  nuestro personal. Pero si realmente hay sinceridad en la preocupación por el uso de drogas, manifiesta en más de un discurso, yo creo que conjugar la acción con la palabra, no basta con el discurso, con decir que tenemos niños adictos y que se debe buscar solución al problema», refirió.