Escándalo sentimental de Hollande pone en apuro la Casa Blanca

Escándalo sentimental de Hollande pone en apuro la Casa Blanca

PARÍS. El presidente francés llegó  a Estados Unidos en una visita de Estado, esperando que la evidente ausencia de su primera dama no aparte la atención sobre los temas políticos de importancia que tratará con el presidente Barack Obama, durante los días que permanecerá en esa nación.

Empero, tendrá que encarar primero las sonrisas burlonas: Hollande atrajo los titulares y el ridículo el mes pasado en todo el mundo después de que una revista del corazón indicó que cruzaba París en una motocicleta y con el rostro cubierto con un casco para reunirse con su amante, la actriz francesa Julie Gayet — sin que lo supiera su primera dama—.

Desde entonces se separó de Valerie Trierweiler, su compañera sentimental durante varios años y que no estará presente en la cena de estado que ofrecerán los Obama, a donde se esperaba desde año pasado la presencia de su excompañera sentimental.

Durante la visita, Hollande, antiguo líder del Partido Socialista de 59 años, destacará los intereses compartidos de París y Washington en temas como la guerra civil de Siria, el programa nuclear de Irán y la lucha contra el terrorismo en África.

French president Francois Hollande (L) and US President Barack Obama (R) speak to the press after visiting Monticello, the residence of Thomas Jefferson, third president of the United States of America, on February 10, 2014, in Charlottesville, as part of a three-day visit to the US.   AFP PHOTO / ALAIN JOCARD

Visita. Hollande inició este lunes una visita de Estado de tres días a Estados Unidos, durante la cual abordará con su anfitrión varios temas, incluyendo Siria e Irán, así como asuntos más espinosos como el espionaje estadounidense a Francia.

La bienvenida de Obama comprendió un viaje, no habitual para un líder extranjero, en el Air Force One y un recorrido por Monticello, el santuario de la quintaesencia del estadounidense francófilo, Thomas Jefferson.

No se trata de un simbolismo vacío. El objetivo del mandatario estadounidense era demostrar que los vínculos bilaterales son más fuertes y antiguos que eventuales turbulencias que puedan haber afectado o afecten las relaciones entre ambos países.

Agenda común. El derrocamiento de Muamar Gadafi en Libia, la actitud ante Irán por su programa nuclear, el enfrentamiento a un islam ascedente en África son temas en que París y Washington coinciden.

«Las relaciones francoestadounidenses son muy fuertes en este momento, particularmente en el área de seguridad y la política exterior», dijo Heather Conley, especialista en Europa en el Center for Strategic and International Studies.

Pero los vínculos de Estados Unidos con la Unión Europea tras las revelaciones del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden no son tan buenos.

En este contexto, Washington aprecia grandemente que con París, uno de los socios fundadores y pilar de la UE, los lazos sean tan cálidos, teniendo en cuenta que en marzo Obama visitará la sede de la Unión, en Bruselas.

La visita de Hollande llega también en un momento en que la relación de Washington con el otro país fuerte de la UE, Alemania, está en su peor momento en una década.

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