POR SORANGE BATISTA
Delante de su hijo de seis años  Veny Alberty Reyes mató a puñaladas a su esposa Minelys Sánchez Medina el pasado lunes, en el sector Las Caobas, en Santo Domingo Oeste.

De acuerdo con declaraciones de vecinos y familiares, Alberty, de 38 años, acostumbraba a maltratar a Sánchez Medina, de 34, en la residencia donde vivían junto al hijo de ambos, ubicada en la manzana 38 del referido sector.

 Se quejaron de que en varias ocasiones solicitaron la presencia de agentes policiales para poder enfrentar a Alberty, pero éstos se negaban alegando que si no había agresión ellos no se moverían del destacamento, ubicado a pocos metros del lugar de la tragedia.

 Laura Saldaña, tía de la víctima, explicó  que debido a una de las golpizas que le propinó Alberty a su sobrina fue que decidió romper la relación.

“Ella se querelló en la  Fiscalía de la provincia Santo Domingo Este y emitieron una orden de protección y una citación para él”, dijo.

LOS HECHOS

 Saldaña narró que el pasado lunes, alrededor de las 6:30 de la mañana escuchó que Sánchez Medina gritó y al abrir la puerta de su casa, ubicada junto a la de su sobrina, pudo observar que Alberty iba  corriendo.

 “Desde afuera le pregunté Minelys ¿qué te hizo? y ella me respondió: ¡Ay tía, me mató, Ay mi hijo!, y después cayó al suelo, narró la señora.

Dijo que fue entonces cuando vio al niño que lloraba mientras observaba la sangre.

Explicó, de inmediato,  llevó a  la joven al  hospital local de Las Caobas con la ayuda de vecinos,  pero ya estaba muerta.

Expresó que su sobrina, que trabajaba en el área de servicio al Cliente en la empresa Mercasid, afirmaba que su esposo no tenía valor para matarla, como decía. Sin embargo, días  después de reiterar esa afirmación, Alberty le  infirió tres estocadas mortales en el abdomen.

ANTECEDENTES

Vecinos de la pareja afirmaron que se mantenían como guardianes de Sánchez Medina, ante las amenazas de Alberty.

 Aseguraron que él decía que mataría a su esposa y saldría de inmediato de la cárcel por tener un supuesto papel, que afirmaba que él  padecía de  problemas mentales.

Describieron a Sánchez  como una persona tranquila y trabajadora, mientras, que de Alberty dijeron que ingería alcohol en demasía y que, supuestamente, se drogaba.