POR YNDIRA CONCEPCIÓN
Aún no habían terminado las celebraciones del Día Internacional de la Mujer cuando una joven de 22 años y su hijo de seis fueron asesinados por un hombre sólo conocido como “Papo”, quien lanzó los cadáveres a la ribera del Ozama, en Villa Eloisa, de Gualey.

Las víctimas fueron identificadas como Rossanna Margarita Villegas López y Darlin Urbáez Villegas. La madre recibió una herida de arma blanca en el cuello, mientras que el pequeño “Yiyo”, como se le  conocía en el barrio, murió de asfixia por inmersión, de acuerdo al médico legista.

El hecho ocurrió en la madrugada de este día ocho cuando “Papo” fue tocando puertas casa por casa a mujeres que él creía que estaban solas, de acuerdo a los vecinos, y cuando un hombre le contestaba, pasaba a la siguiente.

Desgraciadamente, se dirigió a la casa de Rossanna Villegas, quien residía con sus tres hijos, dos varones y una hembra, de 7, 6 y tres años, en la calle Magnolia, a escasos metros de la ribera del Ozama.

De acuerdo a los vecinos, “Papo” habría golpeado la puerta de Rossanna hasta romperla, sacarla a ella de la casa y llevarla a orillas del río, donde la mató y el niño al ver que se llevaron a su madre salió detrás, corriendo la misma suerte.

Luego del doble crimen “Papo” se fue a dormir a su casa donde ayer fue aprehendido por las autoridades policiales.

Una de las casas visitadas por “Papo” fue la de Ana Iris Amparo, madre de dos pequeños de tres meses y un año y medio.

 Esta narró: “El  vino tocando la puerta, y me dijo ábreme la puerta, plis, un minuto que me voy de una vez. El vecino de al lado estaba despierto y yo lo llamé y me dijo que no le abriera la puerta a nadie, entonces se fue, parecía que estaba fumando. Pero él estaba empujando duro la puerta buscando por donde entrar”, explicó.

Vecinos dijeron que el padre de Papo tiene varias casas alquiladas en el sector y lo describieron como “un hombre muy serio”.

Un joven que no quiso ser identificado dijo que a su esposa, “Papo” también le tocó la puerta porque pensaba que él estaba trabajando en Bávaro. Cuando le dijo que se fuera, “Papo” le contestó que estaba borracho que ya se iba de ahí.

“Papo” durante un tiempo residió en el sector a escasos metros de la casa de Rossanna y conocía la vida de todos en el sector, principalmente de las mujeres que estaban solteras y las que los maridos trabajan en horas nocturnas, según dijeron los vecinos.

“El vivió con una mujercita por unos días y ella tuvo que dejarlo por las amenazas, y se fue a trabajar lejos. Nadie podía pensar que él iba a hacer eso aquí. Esa noche él se endrogó y andaba buscando casa por casa para ver cuál era la víctima”, dijo uno de los vecinos.  Manifestaron que la joven asesinada trabaja en Aduanas adscrita a la zona Franca de San Isidro y en un “pica pollo” de la avenida Duarte, para sostener a sus hijos ya que se había dejado de su esposo.

Oriunda de San Juan de la Maguana, donde será sepultada junto con su hijo Darlin, Rossanna Villegas pertenecía a una familia de tres hermanos, dos hembras y un varón, hija de la señora Nena López.

 Los vecinos describieron a Rossanna como una muchacha dedicada a sus hijos, “ella trabajaba y cuando llegaba se quedaba ahí con sus hijos que y con su tío”.