Antonio Fernando Badía Gómez, de 50 años, llegó al hospital Francisco Moscoso Puello con una crisis nerviosa y dolor en el cuello, solo lo canalizaron y dos horas más tarde murió de un infarto sin haber recibido más atención médica.
El hecho sucedió la tarde del pasado martes. La víctima sufría de adicción a las drogas que se trataba en Hogar Crea.
Al hacer la denuncia su hermano Fernando Antonio Badía Gómez y Yovanny Núñez, quien acompañaba a la víctima, acusaron a los médicos de negligencia e insensibilidad ya que no atendieron al paciente pese a los ruegos.

Ambos explicaron que el paciente lo sentaron en una silla llevándolo desde la emergencia a medicina interna y viceversa. Mientras que la doctora que lo atendió, una residente de apellido Matías, le decía que tenían que esperar y que no estaban habilitados para emergencias. En ese rebote al paciente le dio un ataque cardíaco. La víctima dejó cinco hijos en orfandad.
Los parientes se quejaron de la actitud de Matías, quien hasta luego del fallecimiento se comportó de forma prepotente y ni siquiera respetó el dolor de su pérdida.
Ante el hecho el subdirector del hospital, Manuel Quiñones, informó a los parientes que investigaría las fallas que hubo en la atención al tiempo de lamentar la muerte del paciente.
Aseguró que al personal médico se les instruye sobre el trato humano que deben ofrecer a los pacientes.
Los parientes llamaron a las autoridades del Ministerio de Salud Pública a ser más vigilantes del accionar del personal de los hospitales para que no vuelvan repetirse casos como el de Antonio.
Además que sean mejoradas las condiciones del Moscoso Puello, ya que Fernando describió más que un centro de salud parece “un almacén de cosas”.
También pidieron que el personal del 9-1-1 tenga mayor capacidad pues con una atención oportuna el paciente pudo haberse salvado.