Un primer teniente de la Policía Nacional perteneciente al equipo táctico Swat murió hoy tras recibir un disparo por parte de un hombre que presuntamente habría secuestrado a varias personas miembros de su familia, entre ellos dos niños, en el sector Los Rosales, Santo Domingo Este.

La víctima fue identificada como el oficial policial Juan Mercedes Vásquez, quien falleció por un impacto de bala que habría disparado Cristian Eugenio Medina Méndez, de 40 años de edad, el cual permanece atrincherado en una habitación de la vivienda con un arma de fuego.

El portavoz de la Policía, Frank Durán Mejía, dijo al ofrecer los detalles que los agentes Swat pudieron rescatar a cuatro personas que estaban bajo el poder de Medina Méndez, entre ellas dos niños.

Durán Mejía narró que la intervención de la uniformada ocurrió cuando recibieron una llamada del Sistema de Emergencias 911, en relación a un secuestro o retención en la calle Santa Cecilia, del mencionado sector.

«Se presentaron en esta vivienda. Las primeras unidades que llegaron hicieron un análisis de la situación y viendo la peligrosidad, decidieron llamar a la unidad Swat para entregarle el caso», expresó el portavoz de la Policía.

Señaló que luego de un levantamiento realizado por las unidades del equipo Swat, pudieron rescatar de inmediato a cuatro personas, no obstante, luego de escuchar un disparo que alertó a los agentes para que pusieran en práctica el protocolo de lugar, se procedió a penetrar a la vivienda para verificar si el individuo estaba muerto, situación que fue aprovechada por el agresor para disparar.

«Después de haber agotado el protocolo decidieron penetrar y es ahí donde lamentablemente, uno de nuestros hombres pierde la vida», refirió Durán Mejía.

Agregó que hasta este momento, 2:30 de la tarde, la situación de tensión permanece, debido a que Medina Méndez se ha negado a escuchar los llamados hechos y se mantiene en la habitación encerrado.

Mientras que niños que se presumen son familiares de  Cristian Eugenio Medina Méndez lloraban y se lamentaban por el hecho. «Hay mi papá, mataron a mi papá», se escuchó decir en medio de llanto a uno de los niños quien era acogido en sus brazos por otro familiar.