Nueva York.- Dos mujeres y una niña fueron asesinadas y otra menor de edad se encuentra en estado crítico tras ser tiroteadas ayer en su domicilio de Nueva York presuntamente por el padre de las dos pequeñas, que horas después se quitó la vida cuando era buscado por la Policía.

El cuerpo del sospechoso, identificado como Jonathon Walker, fue encontrado con una herida de bala en su coche, en una zona apartada del distrito de Queens, no lejos del aeropuerto internacional JFK, informaron los medios locales.

Aunque las autoridades no confirmaron oficialmente los lazos, todos los medios coinciden en que el supuesto homicida era el padre de las dos niñas y el compañero sentimental de una de las mujeres fallecidas. La otra mujer era la madre de ésta.

La Policía encontró los cuerpos de las tres víctimas mortales, de 62, 31 y 7 años, alrededor de las 5.40 hora local (10.40 GMT) en su domicilio del distrito de Queens.

Según The New York Post, Walker supuestamente fue de habitación en habitación disparando a cada una de ellas en la cabeza. La segunda niña, de 12 años, sobrevivió y se encuentra en estado crítico en un hospital con una herida de bala en la cabeza.

Llamó a servicios de emergencia.- Según la Policía, fue la propia menor de edad la que alertó del ataque con una llamada a los servicios de emergencia.

Por ahora se desconoce qué llevó a actuar a Walker, que la noche antes del suceso había estado con un amigo al que dijo que iba a regresar a casa para ver televisión con su familia.

El hombre de 34 años, que trabajaba como portero en un club nocturno, era originario de la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York, y jugó a baloncesto a nivel profesional en Portugal en la temporada 2008-2009, según el Daily News.

LA CLAVE

Hermosas y dulces

Las niñas —Christina Walker, de 12 años de edad, y Kayla Walker, de siete— eran las hijas de Walker, “dos niñas hermosas y dulces” y la madre de ellas, Shantai Hale, era la novia del sospechoso, dijo Doreen Warren. La mayor de las víctimas de 62 años, Viola Warren, era la abuela de las niñas y trabajaba en el aeropuerto, agregó. Dijo que ella había hablado con Viola por teléfono apenas dos días antes y que ella no le había mencionado ningún indicio de que hubiese problemas.