Versiones de los familiares y otras personas que conocían al teniente de la Policía Nacional Johnny de los Santos, asesinado de varios disparos junto al cabo Basilio Carmona Cabrera en el municipio Sabana Grande de Boyá, Monte Plata, coinciden en señalar que su agresor salió hace tres días de prisión, luego de haber sido capturado por el oficial con droga, dinero y un arma ilegal.
«El agarró una gente presa, una banda de droga. Hacen como tres días que lo soltaron (los integrantes de la banda). Entonces el me dijo: yo tengo unos papeles aquí, si me pasa algo, Billy y Tani son responsables de la muerte mía», expresó uno de sus familiares que no se identificó.
Mientras que vecinos consultados van más lejos al señalar que la persona que le disparó a ambos agentes en la cabeza, a quien identifican como un reconocido microtraficante de drogas de nombre «Wilfri», lo hizo con la misma arma de fuego que tres o cuatro días antes le habían incautado y presentado ante la justicia.
El asesinato de De los Santos, de 49 años y encargado del destacamento de Sabana Grande Boyá, y el cabo Cabrera Carmona, de 28, ocurrió a pocos metros de la zona frontal del destacamento municipal de Sabana Grande de Boyá, ubicado en la avenida Duarte, luego de que el oficial acudiera a un llamado en relación a la molestia que causaba el alto volumen de la música que tenían sus agresores en el vehículo, uno de los cuales murió.
El teniente era definido por sus vecinos y conocidos como una persona correcta que «atacaba» a los delincuentes, sobre todo a los vendedores de drogas. Algunas versiones dan cuenta de que su muerte fue el resultado de no querer aceptar dinero de su agresor y en represalia por haberlo detenido y enviado a prisión.
Un hombre, quien se identificó como Juan Tatalio, dijo que vio al oficial anoche en la funeraria municipal, cumpliendo con los familiares de un ingeniero que murió. Agregó que se mostró muy receptivo y alegre, saludando a las personas que allí estaban.
Los cadáveres de los agentes fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en Santo Domingo, mientras que un contingente policial con armas largas se mantienen en el municipio realizando las investigaciones sobre el suceso y detrás de los presuntos delincuentes «Billy» y «Wilfri», acusados del hecho.