“Hombre negro piel blanca”, un canto a la esperanza para albinos africanos

“Hombre negro piel blanca”, un canto a la esperanza para albinos africanos

Cádiz, España. EFE.- “Hombre negro, piel blanca” es algo más que un documental sobre la realidad de los albinos africanos, una de las poblaciones más maltratadas y olvidadas del mundo. Es un canto a la esperanza y una llamada a la solidaridad para ayudar a personas cuyos cuerpos son incluso utilizados para hacer pócimas.  

El documental se estrena hoy en San Fernando (Cádiz, sur de España), la ciudad de su guionista y productor, José Manuel Colón, para después viajar por distintos festivales nacionales e internacionales con una misión clara- dar a conocer la terrible realidad de ser albino en África y recaudar fondos para hacerles llegar protectores solares, gorras y gafas de sol.

“Nacer albino en África supone tener una esperanza de vida de entre 25 y 30 años”, cuenta, en una entrevista a Efe, José Manuel Colón, que explica que el sol abrasador del continente y la escasez de recursos llevan a la mayoría a una muerte temprana por cáncer de piel.

Pero desde el 2006 se les ha unido otra espeluznante realidad extendida por hechiceros desde Tanzania hacia toda el África negra- la creencia de que comerse a un albino puede traer suerte.

“Desde entonces han surgido mafias dedicadas a asesinar y mutilar a estas personas para elaborar con su cuerpo pócimas destinadas a distintos temas, el corazón para el amor o si te comías un brazo podías tener suerte en los negocios”, asegura el cineasta.

Según explica el autor del documental, hace dos meses el gobierno de Tanzania detuvo a más de doscientos grupos dedicados a esta actividad.

“En la frontera se han descubierto a hechiceros llevando cabezas en sus maletas, incluso políticos han participado en las matanzas de albinos para tener suerte en las elecciones. Si la elite piensa eso, qué no pensarán en un poblado perdido de la selva”, asegura.

El albino en África, solo por ser diferente, es excluido de la enseñanza y, por ello, se ven obligados a realizar los trabajos más penosos al aire libre, una trampa mortal para su desprotegida piel.

Según Colón, no son una población tan minoritaria como a priori pudiera pensarse ya que, sólo en Tanzania, hay censados más de 200.000.

“Como han estado excluidos de la sociedad se han juntado solo entre ellos. Se ha producido endogamia, lo que ha hecho que el porcentaje de albinos siga creciendo”, asegura el guionista.

La idea de rodar “Black man white skin”, título original en inglés del documental, surgió hace más de cuatro año, cuando Colón, que trabajaba en un canal nacional de televisión, se quedó en paro y decidió investigar esta realidad y llevarla a este filme, grabado en Tanzania, España, Francia y Mozambique.

Pero quiso convertirlo en un canto a la esperanza y a la solidaridad y por eso en el documental interviene desde el dermatólogo gaditano Pedro Jaén, que desde el 2007 trabaja de forma altruista en Tanzania atendiendo casos de cáncer de piel; hasta el portero del Real Madrid y de la selección española de fútbol Iker Casillas, que ofrece un mensaje a los jóvenes albinos e intercambia camisetas con un equipo de fútbol albino de Tanzania.

Por las historias que circulan figura también el ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, que concedió el primer asilo a un albino por esta condición en España, así como el actor Óscar Jaenada, la actriz Zoe Saldaña, el diseñador Roberto Etxeberría; el único ‘top model’ albino del mundo, Shaun Ross, o el cantante Salif Keita, un icono para todos los albinos del mundo.

Y también participan héroes anónimos, como Mafalda Soto, farmacéutica y cooperante en la Kilimanjaro Sunscreen Production Unit en el Hospital Regional Dermatology Training Centre (Moshi, Tanzania) que elabora fotoprotectores gratuitos para 3.000 albinos.

Para Colón, fundador de la productora Alquimistas Producciones Audiovisuales S.L, “Black man White skin” no es “una película más» porque tiene “un valor social muy importante».

Y ya ha dado algunos frutos. “Gracias a la repercusión que ha conseguido el filme, Mafalda Soto ha conseguido una subvención de la Unesco para seguir su producción de protectores solares y hemos repartido seiscientas gorras y gafas de sol entre Tanzania, Mozambique y Mali».

El documental, que ha contado con la colaboración de la Fundación Real Madrid CF y el FC Barcelona, la Unesco, Paulaalonso.es, Id and Ego y la participación de la televisión Canal Sur y del gobierno regional de Andalucía, “atrapa el corazón»” y “nos ayuda a entender lo que pasa en un continente que tenemos solo a quince kilómetros de España”, dice su productor.

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