Un hombre condenado a 30 años de prisión por la supuesta violación sexual de una mujer, tiene 10 años intentando que la Corte de Apelación de San Cristóbal revise su caso, crimen que afirma no cometió.
Ahora, Juan Enrique Guerrero Díaz procura que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) tenga la última decisión sobre su sentencia, por lo que su defensor público, Pedro Campusano, elevó un recurso de casación para que el tribunal de alzada declare la extinción de su caso.
Está a la espera del fallo de la SCJ, sobre la instancia que le depositó el mes pasado. Guerrero Díaz fue arrestado en marzo de 1994 en Hato Mayor, bajo los cargos de violación a los artículos 330, 331, 2-295 del Código Penal.
El 24 de octubre del 1996 el Juzgado de Primera Instancia emitió la sentencia 16-96, en la que le impuso 30 años, la pena máxima.
El imputado apeló la decisión, pero le fue confirmada por la Corte de San Pedro de Macorís.