Indignación, impotencia y hasta culpa dicen sentir los vecinos del residencial La Moneda, en la Autopista de San Isidro, donde el pasado sábado un hombre violó e intentó estrangular dentro de una iglesia pentecostal a una joven de 19 años y pretendía hacer lo mismo con dos adolescentes de 12 y 14 años, quienes lograron huir.

El ataque ocurrió cuando la víctima y las dos niñas limpiaban el templo pentecostal Obreros de Cristo en Marcha. El agresor, identificado por la Policía como Miguel Ángel Rodríguez Santiago, de 36 años, está bajo arresto. Reside en la calle El Peso, del mismo sector.

“Las niñas de 12 y 14 salieron corriendo completamente desnudas pidiendo auxilio”, contó una vecina, quien fue la primera en socorrer a las menores, quienes nerviosas le explicaron lo que había sucedido.

La mujer, quien no se identificó, contó que su hijo y otros vecinos entraron a la iglesia por la puerta trasera y vieron a la muchacha ensangrentada, desnuda, con una cuerda del piano en el cuello pidiendo ayuda, pero el agresor huyó por la puerta delantera. Detalló que buscó sabanas en su casa para cubrirla, y cuando lograron calmarla ella les dijo el nombre del agresor.

Las tocó. Las niñas contaron que Rodríguez Santiago, quien las ató y encerró en una habitación, las obligó a desnudarse y a que lo abrazaran. “Parece que en ese momento él las manoseó porque la niña de 12 años me dijo: él me toco, y lo repitió varias veces”.
Dijo que a las adolescentes, a quienes les dio una crisis nerviosa las ayudó a cambiarse en la sala de su casa porque tenían miedo de entrar a la habitación, “ellas me decían ay señora, ay señora, yo les dije que se calmaran que estaban segura, que no les pasaría nada”.

Los residentes describieron a Rodríguez Santiago como un hombre de bajo perfil, de poco hablar que vendía empanadas.

Dijeron que él asediaba a la joven cristiana y al parecer le estaba dando seguimiento y entró a la iglesia tras saltar una pared. Aseguran que la noche anterior a la violación lo vieron tomando alcohol.

Indignación. “Uno nunca acaba de conocer a las personas, uno trataba a ese hombre, lo veíamos todos los día, y viene a hacer esto, uno se queda con la boca abierta, a ese hombre hay que ponerlo a sufrir por el daño que le hizo a esa indefensa muchacha”, dijo un vecino, quien espera que las autoridades sean drásticas con Rodríguez Santiago.

“Un hombre que tiene tres hijo y viene a hacer eso, es un pervertido, aquí en el sector estamos en shock, uno se siente hasta culpable porque tal vez si hubiésemos estado fuera de la casa lo hubiéramos visto cuando entraba a la iglesia”, expresó otra vecina.