Hombres en día libre 2

Hombres en día libre 2

Los dos hombres estaban sentados en una mesa próxima a la calle, en un restaurante situado a dos pasos del Parque Central. Ladislao se entretenía mirando pasar a los transeúntes, mientras oía las informaciones del archivero. -Perdone usted, señor Ubrique; ya que hemos hecho amistad, me atrevo a preguntar: ¿cómo son las mujeres húngaras? Nunca he salido de Cuba. Los únicos extranjeros que conozco son los que visitan la Unidad; o los que veo paseando en las calles acompañados de guías de turismo. -¿Eres casado, Medialibra? -Doctor, con el sueldo que gano no puedo mantener una mujer y una casa.

-Si me nacieran hijos me vería en apuros. Tengo algunas amigas con las que salgo ocasionalmente; aunque la verdad es que no he tenido mucha suerte con las mujeres. -Las mujeres de Hungría son como todas las mujeres del mundo; las hay bellísimas; las hay feas, gordas, flacas, inteligentes, tontas, simpáticas y pesadas. Conozco algunas encantadoras, a las que echo de menos en los malos momentos. Una buena mujer húngara acompaña a su hombre a todas partes: al teatro, a las obras musicales a las fiestas oficiales, a los actos públicos. Ciertas mujeres húngaras ayudan a sus esposos en el trabajo, sea físico o intelectual; lo mismo en un jardín que en una tarea académica.

-La compañía que en el hogar ofrece la mujer alcanza al marido, a los hijos, a los vecinos en retiro. Una mujer enamorada, por supuesto, evita la depresión y los tumores, retrasa la vejez, magnifica el rendimiento laboral del esposo. Los mismo debe suceder con las mujeres cubanas. En mi país dicen que dormir con una mujer es recomendable en todas las estaciones, haga frío o haga calor. ¿Por qué no pedimos un par de cervezas?

-¿La Venus mulata de la que me hablas es una artista del canto o una rumbera? -No lo sé; pienso que han tomado como modelo a una mujer del pueblo, una persona común, de la calle o del campo. Las mujeres cubanas son así, como esa de la cubierta del libro. Ese cuerpo, ese pelo como un pajón, los labios gruesos y los dientes grandes, se ven todos los días. (Ubres de novelastra; 2008).

 

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