Hombres  y mujeres deben comer diferente

Hombres  y mujeres deben comer diferente

Parece que, en cosas del estómago, las diferencias entre sexos seguirán existiendo.

A pesar de que en España la mujer tiene mejor esperanza de vida que el hombre, la última   encuesta nacional de la salud indica que vivir más tiempo no significa tener mayor calidad de vida, por ello se debe hacer especial hincapié en una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, atendiendo a las necesidades específicas que requiere cada uno.

¿Qué  los diferencia? Hombres y mujeres tienen diferencias corporales: la sexualidad, la  estructura, la masa muscular y la masa grasa son los factores físicos que  la marcan.

Desde la más tierna infancia, estas características son una constante que dictamina el desarrollo físico de ambos y -en consecuencia- las necesidades nutricionales de cada uno. Por ejemplo, un niño de entre 12 y 15 años es mucho más activo, en general, que una niña, por lo que quemará más grasa y necesitará mayor cantidad de energía. Esta tendencia se invierte cuando son adultos.

La composición corporal y su desarrollo durante toda la vida son diferentes. El hombre tiene mayor masa muscular  que la mujer y menos masa grasa. Pero, también hay que valorar otras características personales, como la edad, la estatura o el peso.

Así, para diseñar la dieta perfecta, habría que estudiar todas las características de la persona para ajustarse a sus necesidades reales.

Ahora la alimentación es peor, dice  Raquel Bernácer,  del Departamento de Nutrición de la empresa Unilever Foods España.

La canasta familiar española ha sufrido cambios  en los últimos 20 años. La dieta mediterránea, su fuente tradicional de salud, ha perdido peso en beneficio de otros tipos de alimentación poco saludables. Una de las principales causas ha sido la de dedicar sólo el 19% del sueldo a los gastos de comida, cuando antes era    50%.

Por otra parte,  ha aumentado el consumo de grasas y disminuido el de hidratos de carbono. Esta tendencia es cada vez más clara a medida que aumenta los ingresos, pues se dedica más dinero al consumo de carnes  y pescados, disminuyendo el destinado a legumbres, cereales y hortalizas.

Respecto a la comida rápida y platos preparados, su ingesta aumenta alarmantemente. Este tipo de alimentación produce un aporte calórico de un 17%  más elevado del que recomiendan los expertos en nutrición.

Para Bernácer, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y el aumento de las comidas fuera del domicilio en restaurantes, cafeterías o bares, ha propiciado esta  forma de alimentarse.

La estrategia NAOS

Solución a la mala dieta.  Para compartir la tendencia que lleva a los españoles hacia una sociedad mal alimentada, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha puesto en marcha la estrategia NAOS. Esta iniciativa intenta prevenir la obesidad, a través de medidas para mejorar y modificar los hábitos alimentarios, especialmente en la población infantil, y fomentar la práctica de la actividad física. En el país podría decirse que ocurre algo similar a España cada día las personas se alimentan de manera más inadecuada. 

En la menopausia

Durante esta etpa de la vida de la mujer disminuye el nivel de estrógenos, hormonas que protegen de las enfermedades cardiovasculares.

Esto obliga  a que ella deba buscar sustitutos que favorezcan dicha protección, y la mejor manera de lograrlo es en la alimentación. Por otra parte, durante esta etapa hay que reducir las calorías, por lo que la  mejor solución es evitar las grasas, los azúcares refinados y la sal, y  aumentar la ingesta de frutas y verduras.

También  es recomendable incluir el consumo de  calcio, ya que la osteoporosis es un mal típico de la menopausia.

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