Homenaje a Don  Juan  Bosch

Homenaje a Don  Juan  Bosch

Ciudadano presidente de la República y del  Partido de la Liberación Dominicana, compañero Leonel Fernández Reyna ciudadano vicepresidente compañero Rafael Alburquerque compañeras y compañeros miembros del Comité Político y del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana compañeras y compañeros dirigentes de nuestro Partido doctor Marino Vinicio Castillo, presidente de la Fuerza Nacional Progresista y demás dirigentes de los partidos aliados al PLD, compañero Domingo de la Mota pueblo dominicano:

En esta tierra que conforma la Patria dominicana, «bendecida por la mano de Dios», como dice el refrán popular, no hay otro escenario más apropiado, entre la abundancia de los que existen a lo largo y ancho de su geografía, para realizar un acto de la naturaleza como el que hoy celebramos en esta modesta propiedad del compañero Domingo de la Mota. Desde aquí, en el lugar en el cual estamos, podemos contemplar, no en toda su extensión, pero sí en la más fértil y rica, el valle del Cibao. Esta región es el corazón del país, surcado por más de cien fuentes fluviales, algunas de ellas en proceso de extinción, entre las que se cuentan dos ríos de dimensión continental que son el Yuna y el Yaque del Norte. Voy a permitirme, hurgando en el registro de mi memoria, narrar a ustedes lo que a continuación explico:

Joseph Cleave era un arquitecto inglés que diseñó los planos del Faro a Colón y tenía por costumbre visitar el país en las diligencias propias de su profesión, permaneciendo siempre varios días en nuestro territorio el cual recorrió casi en su totalidad. Cleave era amigo de un distinguido ingeniero inglés también, llamado Albert Rogers, casado con una dama dominicana oriunda de esta región, de La Vega, doña América Moya. Mister Rogers fue el diseñador y constructor del admirado y recordado Hotel Hamaca, ubicado en Boca Chica y fue también el constructor del museo marino de La Matica, hace aproximadamente 50 años, único en el Caribe y Centroamérica, destruido por la desidia que tanto daño ha causado al pueblo dominicano, en hechos inexplicables de la vida.

Mister Cleave decía que: «El valle más fértil del mundo es el de Cachemira, en La India, pero tan fértil y más rico que ese valle, es el del Cibao, por su extraordinaria variedad y riqueza fluvial; por eso el más bello del mundo es el valle del Cibao, que los dominicanos no aprecian en todo su valor». En enero de 1963, cuando Juan Bosch había ganado por abrumadora mayoría de votos las elecciones de 1962, partió en viaje hacia Europa, llegando a Londres para suscribir los acuerdos con la Overseas y la General Electric para la construcción del acueducto de Santo Domingo y la Presa de Tavera. Joseph Cleave lo visitó para conocerlo y ponerse a sus órdenes en lo que pudiera ser de utilidad para el gobierno que iba a presidir.

En nuestra primera visita a este lugar, hablé a don Juan de lo que había oído relatar a mi tío, Pascual Abreu Rivas, asistente de Mister Rogers y el maestro m e respondió muy complacido, que Cleave lo había visitado en Londres y que allí le había reiterado su criterio sobre la fertilidad, belleza e importancia de este lugar. Don Juan se extendió por largo rato hablando de cómo debía aprovecharse el valle para bienestar del pueblo e  incorporar su extraordinaria capacidad productiva a los valles de Bonao y Constanza, ubicados también dentro de la región del Cibao.

En presencia de Domingo de la Mota y otros compañeros, don Juan recordó con nostalgia, emocionado, los planes y proyectos que su gobierno de 1963 tenía para esta región: las presas, carreteras, caminos vecinales, canales de riego, reacondicionamiento de hospitales y construcción de numerosas escuelas, que hacían falta para la educación de los habitantes de la región, haciendo particular hincapié en la necesaria y vital preservación del medio ambiente. Don Juan era no solamente un gran maestro político, el más grande que ha conocido esta América nuestra, sino también un sabio en toda la extensión de la palabra.

Ahora compañero Presidente y compañeras, compañeros, aliados y amigos, nos embarga la emoción cuando recordamos aquel día inolvidable, 1º de noviembre del 2001, frente a sus restos mortales en la Casa Nacional, diciéndole en primera persona, tuteándole, como hijo a padre, oteando el porvenir, lo siguiente: Cito

«Eres fundador, organizador, teórico y militante de dos partidos, que con pro-fundos matices de diferencia han gobernado y gobiernan al pueblo dominicano. Del nuestro, que te recibe por últi-ma vez entristecido, abrumado y pensa-tivo en su Casa Nacional, que es tu ca-sa, puedo asegurarte, maestro, que no te hemos defraudado. Construimos nuestro Partido, el PLD, cimentado en bases firmes, justas, coherentes, cons-truidas por ti con el trabajo y el análisis minucioso, profundo y sosegado que te permitió concebir la teoría acerca de la sociedad dominicana a la que los peledeístas hemos llamado «boschismo», desde aquel inolvidable congreso cele-brado en febrero de 1988. Es esa mis-ma teoría la que nos ha permitido, en inevitable proceso dialéctico, modificar, ampliar y fortalecer su nueva estructu-ra para seguir combatiendo y llevar al pueblo a un escenario de indetenible desarrollo económico, social y político. Desde agosto de 1996 fuimos sometidos a la primera prueba cuando se nos otor-gó mandato para dirigir la Nación.

«Ejercimos la autoridad de gobernar la República en circunstancias difíciles; cometimos errores, muchas veces nos faltó prudencia, tal vez más por torpeza e inexperiencia que por otras razones; pero tus discípulos y compañeros impu-simos perfiles de seriedad, dedicación y organización en la administración del Estado, como pocas veces se ha conoci-do en su historia. Aunque es necesario, justo y conveniente, porque así lo desea-rías, que unifiquemos criterios y rectifi-quemos lo que no hicimos correctamen-te. ¡Y así se hará maestro! Porque el Partido de la Liberación Dominicana, que es tu único y auténtico heredero, como lo afirmaste siempre, no desertará ja-más de tu ejemplo; de tus ideas y de tu memoria; porque sería un acto censura-ble, de traición al pueblo, que actuemos siguiendo la conducta y los métodos de otras fuerzas políticas, denunciadas y combatidas por ti con la entereza y el va-lor que siempre demostraste en defensa el pueblo, motivo permanente de tus desvelos. ¡Que tu espíritu de luchador infatigable, maestro, nos inspire y esti-mule a preservar al PLD como imbatible defensor de la Patria!» Termino la cita.

Al inaugurar este bello parque y el busto de nuestro maestro y líder que lo honra y embellece, es necesario tener presente, compañero Presidente y compañeras y compañeros del Comité Político, el Comité Central y dirigentes de nuestro partido y fuerzas aliadas, que don Juan está hoy más presente que nunca en la vida del pueblo y en las nuestras. Por eso es un reconocimiento a su obra política, pedagógica, a su conducta como líder y a su memoria, el triunfo incuestionable que la mayoría del pueblo nos ha dado en las elecciones recientemente celebradas. La confianza y el poder que se ha puesto en nuestras manos y bajo nuestra responsabilidad, compañero Presidente, en el Poder Legislativo y en el escenario Municipal, es también un reconocimiento al gobierno que usted preside y a su conducta como jefe del Estado.

Estamos obligados con la memoria del Maestro y lo que él quería para el desarrollo económico, social y político de los dominicanos; estamos obligados bajo el gobierno de nuestro Partido y su dirección como Presidente de la República, a reconstruir con decisión, firmeza y valentía una nación sana, educada, laboriosa, moderna y organizada en un Estado con sólidas bases institucionales, que le permitan ejercer su soberanía y autodeterminación en un mundo cada día más apremiante y repleto de pobreza, limitaciones y retos innumerables. El pueblo nos ha dado el triunfo, pero eso no quiere decir que somos dueños del país y en una actitud que puede considerarse atrevida, estamos obligados a recordar a nuestras compañeras, compañeros y aliados, que todavía estamos enfrentados, en el terreno político, al absurdo, la imprudencia y provocación, como lo han demostrado nuestros adversarios, renuentes a aceptar su derrota y al mismo tiempo tomando decisiones insensatas e ilegitimas como la que asumió la mayoría de la oposición en el Senado de la República en el caso de la Cámara de Cuentas, en abierta violación a la Constitución. El pueblo nos ha delegado un poder legítimo, auténtico, en pleno y frontal uso de su potestad, no para atropellar o avasallar a nuestros adversarios; ese poder popular nos ha sido otorgado para que no nos dejemos desafiar, insultar, amenazar o provocar en el ejercicio de nuestra autoridad gubernamental.

Los que aprendimos en la escuela del Maestro, a quien honramos esta mañana de junio, el mes en el que se celebra el aniversario de su nacimiento, recogimos de su sabiduría las esencias mismas de sus análisis sobre la sociedad dominicana, insertadas con objetiva y científica precisión en la «Composición Social Dominicana». La tarea que tenemos por delante aun es difícil, pero este gobierno que a partir del 16 de agosto próximo será un gobierno auténtica y mayoritariamente peledeísta, cumplirá ese compromiso sagrado frente a la historia, sin miedo y sin vacilaciones de ningún género.

Compañero Presidente: estamos comprometidos con usted a realizar una gestión honesta, incuestionablemente honesta, prudente, discreta, eficiente, moderna, que sea tan imponente, sobria y hermosa, para beneficio de todos los dominicanos, como la belleza de este valle, corazón de la Patria, escenario incomparable y lugar al cual el Maestro, «Presidente moral eterno de la República», señaló como preferido por él para un retiro que el destino y su vocación de servicio en beneficio de la nación, no le permitió disfrutar. Así lo honraremos a él y al pueblo que tanto amó y al que sirvió con ejemplar dedicación y valentía.

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