Homenaje a El Cacique

Homenaje a  El Cacique

Cuando me enteré de que Hatuey de Camps estaba recién ingresado en Corazones Unidos, me apersoné al centro médico y me informaron que había sido dado de alta. Me dirigí a su casa y me dijeron que no recibía, y como yo solo he insistido en las dos mujeres que he amado, no volví.
En su columna en El Caribe del día cuatro de este mes de Nelson Encarnación, confieso que mis ojos se humedecieron al estimar el quebranto de salud letal de Hatuey, el súper histórico Cacique del entonces poderoso PRD, hoy una referencia lastimosa, sugiriendo un homenaje a Hatuey, que convalido.
Conservo como una reliquia histórica el CD que ilustra la proclamación a la presidencia de la República de Hatuey en el Estadio Olímpico JPD el 06-07-03, y en el dossier que reposa en los restos que me quedan de mis archivos que he donado casi todo, encuentro los artículos en HOY donde escribo dos veces por semana desde 1989, intitulados “¿Porqué todos contra Hatuey” el 14-06-01, y “¡Preserven a Hatuey! del 05-11-02, demostrativos de la evaluación alta que he endosado siempre a Hatuey.
Recuerdo cuando en 1975 en que iniciaba mis pininos en la televisión en Color Visión, Hatuey fue uno de mis primeros invitados, donde repasamos su liderato estudiantil en la bronca UASD y su enllavismo con José Francisco Peña Gómez, uno de cuyos preceptos, la no reelección, tremoló como un estandarte de relevo innegociable, hasta hoy.
En el trance de salud que confronta El cacique, propongo que ya, los dirigentes del PRD y PRM, acudan donde Hatuey, lo conduzcan al Congreso y le endosen la esclavina de preceptor de la no reelección y lábaro de la democracia, y entonarle” Retorna a mí”, que inmortalizó el inmenso crooner Dean Martin.

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