Homenaje a las Mujeres comprometidas con el Arte

Homenaje a las Mujeres comprometidas con el Arte

En la República Dominicana las mujeres artistas representaban una ínfima minoría en relación con sus pares masculinos. Prejuicios de conducta e inseguridad, y desigualdad casi absoluta de género explicaban esta inferioridad. La situación ha cambiado, y, como para varios aspectos de la condición femenina, la evolución ha sido rápida: la dedicación profesional a las artes visuales ha pasado de la excepción a un casi equilibrio entre los sexos.

Hay una producción fuerte de las creadoras, en neto aumento en las últimas generaciones: la artista estudia, investiga, experimenta, expone, derrumba barreras, y, en el campo de la teoría y la investigación, quienes se dedican a la historia y a la crítica van alcanzando una mayoría de mujeres… Si ciertamente esa evolución positiva, ya casi secular, es un hecho reafirmado, hace falta todavía que se proclame a nivel institucional.

Una artista militante y afín con la condición de las mujeres en arte, Marilyn Caminero, se asoció con el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos y organizó, con entusiasmo y eficiencia, una actividad que alió la práctica y la teoría. Unió a las generaciones en una muestra colectiva, otorgó también certificados a quienes en arte enseñan, difunden, escriben, y finalmente el “sollozo ‘de una hermosa metáfora perenniza el recuerdo de diez grandes artistas partidas a la eternidad.

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Una noche memorable

En Santo Domingo, hay una situación privilegiada: el Colegio de Artistas (CODAP) está justo en frente de la Escuela Nacional de Artes Visuales. Esta colocación excepcional, que no ha sido premeditada, debería favorecer actividades coordinadas, entre los estudiantes -parte de ellos ya ejerciendo el oficio-, los profesores y los egresados de la academia. Los actuales ejecutivos del CODAP, Luis José Aguasvivas – presidente- y Brenda Pérez -secretaria general-son ambos artistas muy apreciados, con años de carrera y éxitos. Favorecen, por su posición y competencia, el dinamismo de la institución.

“Ellas y nosotras, memoria de nueve generaciones” es un buen ejemplo de lo que se podría celebrar periódicamente. Una exposición colectiva se completa por otra parte programada y concluyente.

Aquí, fue la entrega de reconocimientos a quienes ejercen una labor práctica o teórica, siempre les dedicaron palabras elocuentes. Se evocó a las artistas dominicanas, idas en su tiempo… o a destiempo.

Transcurrió una inauguración emotiva, compartida por artistas -mujeres y hombres-, amantes de las artes y profesionales involucrados en distintas funciones relacionadas con las artes plásticas.

El presidente del Colegio, apodado Sejo entre los artistas y amigos, abrió el acto con un recuento histórico vibrante, acerca de la mujer dominicana.

Habló Marilyn Caminero, de la significación de su iniciativa, y luego, varias de las homenajeadas expresaron su agradecimiento. Fueron momentos intensos.

La exposición

La exposición colectiva, encabezada por dos pinturas de Rosa Tavárez, maestra en la creación y la enseñanza, despliega obras de artistas, perteneciendo a distintas generaciones, entre talentos maduros y jóvenes. Si bien enseña ejemplos magistrales, no nos parece su objetivo principal, que es el de mostrar la abundancia de artistas mujeres. Curiosas e investigadoras por naturaleza, son polifacéticas en sus medios de expresión, de acuerdo con la generación a la cual pertenecen.

La curaduría, generosa, ha seleccionado obras -pinturas casi todas-, de distintos estilos y corrientes. Prevalecen las expresiones figurativas, sin eliminar a las abstractas. Los formatos, bastante moderados, confieren, adrede, una impresión de conjunto, y obviamente está ausente la discriminación cualitativa. Sobresale la intención de destacar la importancia de las mujeres en el arte dominicano.

Las obras demuestran originalidad y reflexión. Hay una diferencia entre el compromiso de ayer y el de hoy. Si antes, el asunto era demostrar valientemente que podían igualar a los artistas hombres y tratar los mismos temas con la misma energía, técnica y modernidad, hoy, esto no se plantea, y las artistas se sienten plenamente autónomas en sus respectivos compromisos y creaciones. Esta exposición lo afirma, y ha sido aun su propósito.

Un panel contundente reúne las fotografías de diez artistas fallecidas, desde Adriana Billini hasta Quisqueya Henríquez, como un “Homenaje póstumo a las memorias”.

Todas, en sus épocas respectivas, fueron fundamentales en la historia del arte dominicano: recordar y elogiar su producción, mucho más que constituir una manifestación de feminismo, sitúa, ayer y hoy, a la mujer como parte fundamental en las artes visuales, en el medio cultural y su idiosincrasia.

Coda

Decía la incomparable pintora mexicana Frida Kahlo: “¡He retratado mi realidad!”. La mujer artista dominicana de hoy no admite limites, tratando su realidad e imaginando otras realidades. “Ellas y nosotras” lo ha querido puntualizar. Finalmente, señalaremos que la exposición sigue abierta hasta el 15 de septiembre.