Homenaje a víctimas del 11/S

<P>Homenaje a víctimas del 11/S</P>

Toda la nación norteamericana recordó ayer a las miles de víctimas de los actos terroristas del 11 de septiembre del 2001. En los templos, en los estadios deportivos, en las actividades festivas y en los actos oficiales encabezados por el Presidente Obama.

NUEVA YORK. AP. Determinados a nunca olvidar pero quizás listos para seguir adelante, los estadounidenses dieron el domingo al 11 de septiembre un lugar en la historia y dejaron un recuerdo para una nueva generación.

Una ceremonia solemne de recordación se realizó en el lugar donde fueron derribadas las Torres Gemelas, y los nombres de los muertos fueron leídos en voz alta, algunos por niños que no tienen edad para recordar a sus padres muertos.

En Nueva York, Washington y Pensilvania, así como en muchos lugares más de Estados Unidos y del mundo, la gente participó en ceremonias y rituales que a lo largo de 10 años se han vuelto muy conocidos, sin dejar de ser conmovedores.

Fueron desplegadas banderas estadounidenses lo mismo en el nuevo edificio del Centro de Comercio Mundial que en la torre Eiffel de París. Igual se derramaron lágrimas en el Pentágono que en una base militar en Irak. 

El presidente Barack Obama citó un pasaje bíblico y habló de la necesidad de encontrar fortaleza pese al temor.

Su antecesor George W. Bush, quien asumió meses antes de los atentados, recordó el sacrificio nacional durante la Guerra Civil.

El vicepresidente Joe Biden dijo que la esperanza debe crecer tras la tragedia.  Y Jessica Rhodes habló de su sobrina, Kathryn L. LaBorie, la principal sobrecargo del avión que se estrelló contra la torre dos del Centro de Comercio Mundial.

Recordó su sonrisa radiante y su compasión infinita, y sugirió que ayer, 10 años después, ha llegado el momento de seguir adelante.  “Aunque ella quizás no será encontrada nunca, jamás se ha perdido a sus familiares y amigos”, dijo Rhodes tras leer una parte de la lista de fallecidos en la zona cero. “Hoy la honramos al permitir que salga la tristeza de perderla y abrazar la alegría de haberla conocido”.  Fue la décima vez que la nación ha hecho una pausa para recordar un día definitorio. al hacerlo, dejó atrás una década que ha incluido dos guerras, cambios profundos en la seguridad nacional, vuelcos en la vida diaria y, hace apenas unos meses, la muerte de Osama bin Laden, el terrorista escurridizo que planificó los atentados.  Exactamente en el lugar donde estaban las torres, se presentó un Monumento Recordatorio, con dos grandes caídas de agua, que evocaban el llanto.

En el primer día, el monumento estuvo abierto sólo a los familiares de las víctimas. En el perímetro había parapetos de bronce, con los nombres de las víctimas grabados.  El aniversario se conmemoró bajo medidas intensificadas de seguridad. Particularmente en Nueva York y Washington, las autoridades estaban en alerta. De cara al aniversario, el gobierno federal advirtió a esas ciudades sobre una pista de un posible ataque con coche-bomba. La policía registró camiones en Nueva York y bloqueó las calles cercanas al Centro de Comercio Mundial. Para acercarse a unas cuadras del sitio, la gente tenía que pasar por puestos de revisión.  Sollozando, los familiares de las víctimas ingresaron al monumento recién inaugurado y colocaron retratos y flores frente a los nombres grabados en bajorrelieves de bronce. Obama Bush, inclinaron la cabeza y acariciaron las inscripciones.

Obama tras vidrio a prueba de bala

Obama, que estaba protegido por un panel de vidrio a prueba de balas delante de unos robles blancos plantados en el monumento, leyó el pasaje de la Biblia después de un momento de silencio a las 8:46 de la mañana, cuando la primera aeronave se estrelló contra la torre norte hace 10 años. Obama  leyó el Salmo 46, que invoca la presencia de Dios como inspiración para soportar el dolor. “Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar”.

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