Dirigente político con una extraordinaria capacidad organizativa

El Lic. Winston Arnaud Guzmán ingresó muy joven a las filas del otrora Partido Revolucionario Dominicano a través de la Juventud Revolucionaria Dominicana (JRD) en su patria chica la Moca de sus amores.

Jugó un papel estelar en la lucha o resistencia contra el Gobierno de los doce años del balaguerismo y fue un dirigente político con una extraordinaria capacidad organizativa que gozaba de la confianza absoluta del máximo líder perredeísta, Dr. José Francisco Peña Gómez y fiel seguidor del proyecto presidencial del Lic. Jacobo Majluta Azar.

Hombre de insuperable condición humana, de gran olfato e instinto políticos, valiente, cariñoso y afable, incansable en el trabajo, recorrió decenas de veces la geografía nacional en labores proselitistas y representó al país en varios eventos internacionales durante la llamada guerra fría.

Era un verdadero revolucionario, un excelente concertador, carismático, alegre, maravilloso contertulio, con sentimientos muy nobles y un ejemplar padre de familia. Lo tratamos muy de cerca cuando fue vicesíndico de la Capital acompañando a José Francisco Peña Gómez en el período que fuimos regidor en 1982-86.

Recientemente uno de los ediles de esa histórica gestión, el cantautor de la patria don Aníbal de Peña, se juramentó con su familia en el Partido Revolucionario Moderno en un acto encabezado por el presidente de esa organización José Ignacio Paliza y la secretaria general Carolina Mejía.

El extinto Winston Aunaud fue severamente lacerado por la división del PRD, por la lucha fratricida entre Jacobo Majluta, Peña Gómez y Salvador Jorge Blanco, y a su regreso pidió perdón en un memorable reencuentro en la Casa Nacional de la avenida Bolívar.

Su nobleza fue tan grande que terminó sus últimos días al lado de Hatuey Decamps a quien había confrontado