Hoy 
POR ODALIS MEJIA
Al conmemorarse ayer el 40 aniversario del ametrallamiento de un grupo de estudiantes frente al Palacio Nacional, fue develizada una tarja en memoria de Amelia Ricart Calventi, caída en el acontecimiento.
La actividad fue coordinada por el Comité Permanente de Mártires del 9 de Febrero del 1966 y realizada en la cancha del Instituto de Señoritas Salomé Ureña. Asistieron Brunilda Amaral y Antonio Pérez (Tony), quienes a la sazón resultaron heridos y con lesiones permanentes que los postraron en sillas de ruedas.
Amaral consideró que pese a que han ocurrido 40 años de aquel acontecimiento, muchos de sus objetivos todavía no se han cumplido y que las tropas norteamericanas continúan mancillando el sueldo patrio con la presencia de soldados instalados en Barahona. Hoy, esta conmemoración nuestra representa todo lo que fue el movimiento estudiantil de la época y representa además lo que no fue. Pero sobre todo, que éramos de diferentes instituciones o grupos políticos, pero a pesar de eso estamos aquí juntos todos a Amelia, dijo.
De su lado, Benito Fernández, quien fue secretario general de las asociaciones de estudiantes secundarios e intermedios, llamó a los jóvenes a reflexionar sobre aquel acontecimiento y a no dejar morir el ejemplo de Ricart Calventi y los demás estudiantes ametrallados frente al Palacio Nacional.
El mensaje que queremos dejar en ustedes es que deben tomar el ejemplo de vida de muchos de esos compañeros y los que están aún con vida, como el caso de Brunilda y Tony Pérez, que pese a haber pasado cuatro décadas en sillas de ruedas, ninguno ha sido vencido y son personas útiles y que aportan a la sociedad, añadió.
En la actividad, el profesor Víctor Coas, director del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, leyó una proclama en la que llamó a los jóvenes a encabezar las jornadas de adecentamiento de la sociedad y contra la corrupción.
Al acto asistieron, además, la madre de Amelia, señora Gladys Calventi; el doctor Franklin García Fermín, vicerrector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; Luis de León, subsecretario de Educación, y otras personalidades.
La mañana del miércoles 9 de febrero del 1966, un grupo de estudiantes universitarios, secundarios e intermedios fueron ametrallados en la calle Doctor Báez esquina Moisés García, frente a la puerta principal del Palacio Nacional, cuando marchaban reclamando al gobierno provisional del doctor Héctor García Godoy, la salida de las tropas extranjeras que ocupaban el país, derecho a la educación, el respeto a la autonomía y el fuero de la UASD. Además de Ricart Calventi, las demás víctimas mortales fueron Antonio Santos Méndez, de 22 años; Miguel Tolentino, estudiante del segundo año de Química en la UASD y Luis Jiménez Mella, de 18 años.
Igualmente, además de Amaral y Pérez también resultaron heridos Patricio Concepción, Freddy Báez Cruz (periodista fallecido), José Ramón Casimiro, Griselda Zorrilla, Miguel Núñez, Juan Castro, José María de la Cruz y Víctor Ramírez.
Otros lesionados fueron Jaime Tomás Estrella, Ciprián de Jesús Báez, Modesto Guzmán Castro, José Javier Solís, William Pérez, Ernesto Canario, Roberto Ramírez y Evita Germán. Ese acontecimiento provocó luego una huelga general en la que se pidió castigo a los culpables y el apoyo al Movimiento Renovador que se impulsaba en la UASD.
