Hace apenas un año, justamente un Día del Padre, que el progenitor de Henry Montero falleció. Y aunque su dolor aún está latente, recuerda la humildad de Roberto Montero y el legado que dejó para que toda su familia fuera gente de bien.
Ellos estuvieron entre las alrededor de novecientas personas que asistieron a la misa que realiza el Parque Cementerio Puerto del Cielo en honor a los padres que no están físicamente, pero viven en sus corazones.
Una mezcla de tristeza y alegría se apreciaba en la eucaristía oficiada por monseñor Benito Ángeles, obispo auxiliar de Santo Domingo y lágrimas rodaban por las mejillas de algunos mientras escuchaban las suaves melodías del Coro Matices, que dirige Elsa Paulino Camilo.
Jenny Polanco, quien también estuvo presente, recordó a su padrastro Escoino González, un hombre íntegro y cariñoso que le brindó el mismo cariño y respeto de un padre.
Tras la misa, los asistentes fueron a los terrenos del camposanto a sembrar los tradicionales robles.