Homogeneizar el crecimiento

Homogeneizar el crecimiento

El notable crecimiento de la economía dominicana incluye renglones que no siempre expresan avances de solidez hacia el desarrollo de nuevos y eficientes medios de producción y creación de empleos de calidad. En la otra cara de la moneda aparecen obstáculos habituales a la fluidez de negocios privados. La simplificación de papeleos que allanen caminos a través de ventanillas únicas se queda corta aunque presenta avances, en un país de dinamismo en los consumos estimulados por la elevación presupuestal en materia de Educación, entre otras causas.
El intensificado gasto corriente enfocado por interés político en expandir nóminas estatales más allá de lo propiamente necesario para las funciones públicas, contribuye a una mayor demanda de bienes, lo que explica la multiplicación de los volúmenes de mercancías traídas del exterior para preocupante déficit en la balanza comercial. Este curso ambivalente de la economía debería, de todos modos, motivar el fortalecimiento de los canales de distribución de bienes en consonancia con el PBI para que puedan cumplir mejor papel. Sin embargo, áreas del comercio ya establecido, creadoras de puestos de trabajo y facilitadoras del consumo, demandan la eliminación de una persistente competencia desleal y distorsionante a partir de importaciones no reguladas y de un activo sector informal que vulnera límites para beneficiarse del crecimiento.

Municipios constreñidos

Bien se ve que esa es la regla: la alcaldía de Cabrera, en la provincia María Trinidad Sánchez, tiene que hacer malabares con los recursos presupuestales que recibe y que deberían ser mayores en función de la ley que rige el poder municipal digna de un escrupuloso cumplimiento para bien de millones de habitantes en el territorio nacional. Apenas le llega una quinta parte de lo que corresponde.

En coincidencia con la centralización de gastos del Poder Ejecutivo orientados al reforzamiento de la figura presidencial, el común de los cabildos está menguado de arcas. En Cabrera falta dinero para obras pedidas a gritos por la comunidad que sufre por una recolección de basura en crisis, y para aprovechar los potenciales de la región en el desarrollo del turismo en varias dimensiones y la ganadería.

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