POR MIGUEL CEARA-HATTON
El Informe Nacional de Desarrollo Humano del 2005 estableció que la competitividad revelada de la economía dominicana está decreciendo colocándose en el 2003 en el mismo nivel de 1990. Es decir, la posición de las empresas dominicanas o del país en el mercado de los Estados Unidos mejoró entre 1990 y 1997 con una participación en ese mercado que pasó de 0.35% a 0.50% para decrecer sistemáticamente desde ese año y volver en el 2003 a la posición que tenía en 1990 de 0.35% de participación de mercado.
Estamos en presencia de una U invertida. La competitividad revelada aumento, llegó a un pico y volvió a decrecer. ¿Qué explica esta pérdida de competitividad de las empresas dominicanas en el mercado norteamericano?
La respuesta a esta pregunta conduce a cuestionarnos sobre sí las condiciones de acceso de RD al mercado norteamericano se han empeorado. La respuesta es no. El arancel promedio efectivo que pagaban las exportaciones dominicanas era 38.5% en 1991 y ha bajado hasta 0.46% en el 2003. El arancel que se pagaba en 1991 era 84 veces más alto que el pagado en el 2003. En otras palabras las condiciones de acceso al mercado norteamericano mejoraron extraordinariamente.
¿Se puede explicar el deterioro en la competitividad revelada por una disminución en la demanda de las importaciones de los Estados Unidos? La respuesta es no. Pues una reducción en la demanda en los EEUU afectaría a todos los países por igual, en especial aquellos que exportan lo mismo para ese mercado. Es decir, puede explicar el nivel pero no puede explicar una disminución en la participación de mercado, como ha ocurrido con la RD.
¿ Han disminuido su participación en el mercado norteamericano, los competidores de la RD? La respuesta es no. En efecto, los Centroamericanos pasaron 0.51% en 1990 a estabilizarse alrededor del 1% entre 1998 y 2003. Pero además los Centroamericanos pagaron en el mercado norteamericano un arancel efectivo promedio superior al que pagaron los dominicanos.
Estas tendencias de pérdida de competitividad revelada es una clara evidencia de que el modelo de exportaciones basado en manufactura de ensamble y mano de obra barata ha agotado sus posibilidades. Pero además la eventualidad de desarrollar las exportaciones nacionales enfrenta barreras internas institucionales que entorpecen cualquier posibilidad exportadora. Es muy difícil exportar con un peso sobrevaluado, una tasa de interés muy alta y con serios problemas de competitividad sistémica (defectuoso estado de derecho, funcionamiento deficiente del mercado financiero y problemas energéticos, entre otros).
Esta tendencia al deterioro a la competitividad revelada hace evidente que cualquier estrategia basada en la pura y simple búsqueda de acceso a mercado está destinada al fracaso.
El deterioro de la competitividad revelada era conocido hace algunos años. Por ejemplo, ya en el 2000 y comparada con el pico de 1997, la participación de la República Dominicana en el mercado norteamericano se había derrumbado en un 28%, por lo tanto, desde esa época era evidente que no había más nada que ganar por el lado de acceso al mercado en Estados Unidos. La consolidación de lo que el país tenía en materia de acceso a mercado, concretamente en materia arancelaria era importante, pero ello no implicaba más exportaciones hacia EEUU, porque hay un profundo problema de competitividad.
Conociendo las tendencias de la competitividad revelada de la RD. Sabiendo de la entrada de China en la OMC el 11 de diciembre del 2001, después de más de 15 años de negociaciones y con abundante información de impactos. Sabiendo desde 1995, que el acuerdo multifibra terminaría el 1 de enero del 2005, además de que se disponía y dispone de una cantidad significativa de estudios empíricos calificados sobre los impactos de estos cambios en el entorno internacional, cabría preguntarse:
¿Por qué los empresarios dominicanos del CONEP, de la Cámara Americana de Comercio, ADOZONA y los industriales de Santiago, permitieron y apoyaron una simple adhesión al tratado de libre comercio con los EEUU en donde sólo se negociarían los anexos de acceso a mercado del CAFTA, dejando intacto las disciplinas comerciales y sin la flexibilidad necesaria para ejecutar políticas de desarrollo (industrial policy)? ¿por qué apoyaron la decisión de no abrir el debate de las disciplinas comerciales? ¿por qué aceptaron la propuesta norteamericana del tómalo o déjalo? ¿por qué aceptaron negociar en tres meses en tres rondas, rompiendo un nuevo record Guinness en materia de negociaciones comerciales?
¿Por qué los empresarios dominicanos del CONEP, de la Cámara Americana, ADOZONA y los industriales de Santiago no se plantearon la posibilidad de negociar el tema del trato especial y diferenciado más allá de plazos que vencen? El trato especial y diferenciado es parte integral de los acuerdos de la OMC y fue reforzado en la IV y V reuniones ministeriales de la OMC?.
¿Cuáles cálculos, qué modelo, cuales estudios disponen los empresarios dominicanos del CONEP, de la Cámara Americana, ADOZONA y los industriales de Santiago, para sustentar sus decisiones?
¿Cuántos empleos se ganarán, cuántos se perderán? ¿en cuanto aumentará la pobreza? ¿qué pasará con la desigualdad social? ¿asumirán esos empresarios dominicanos la responsabilidad de tan peregrina decisión? ¿ha sido una decisión educada o ha sido una decisión fundamentada en anécdotas pura y simplemente? ¿están consciente de que este acuerdo transformará la forma de hacer negocios y de producir en la RD, enfrentando en condiciones de absoluta desigualdad al país más grande y poderoso del mundo? ¿si hemos tenido acceso al mercado norteamericano y no hemos podido competir, qué de nuevo aporta el CAFTA para poder competir?.
Honestamente, no entiendo la lógica, quizás el CONEP, la Cámara Americana de Comercio, ADOZONA o los empresarios de Santiago puedan ofrecer el fundamento analítico y los cálculos, más allá de las anécdotas, que han servido de soporte a su posición, con ello contribuirán a educar a los demás dominicanas y dominicanos que estamos confundidos.